El gobierno colombiano denunció hoy que el paro cafetero, que en su primer día dejó 60 heridos en choques entre policías y manifestantes, fue infiltrado por las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, dijo que según informes de los organismos de inteligencia, el grupo rebelde estaría incitando a campesinos a unirse a la protesta que inició el lunes en 10 departamentos (privincias).
«(Las FARC) están mandando consignas para exacerbar los ánimos», en zonas donde sus frentes de guerra tienen influencia como los departamentos sureños de Huila y Caquetá, declaró el funcionario colombiano a periodistas.
Miles de campesinos permanecían apostados este martes a lado y lado de las carreteras nacionales, algunas de ellas bloqueadas desde este lunes por los manifestantes para impedir la salida de vehículos hacia el interior del país.
La mayor concentración fue reportada en el Huila, donde por lo menos 20 mil caficultores, que protestan por la crisis económica del sector, taponaban las vías que unen a esa región con Bogotá y otras localidades del sur del país.
«En el primer día del paro los informes dan cuenta que los principales problemas de orden público con bloqueo a carreteras y amagos de violencia se dieron en el Huila y el trayecto que de ese departamento conduce a Caquetá», dijo Restrepo.
Según autoridades, en las protestas de este lunes hubo enfrentamientos con fuerzas antimotines que pretendían impedir el taponamiento de vías en al menos 10 departamentos, los cuales dejaron cerca de 60 heridos.
El lunes, el presidente Juan Manuel Santos rechazó el paro, al que calificó de «injusto e inconveniente» y aseguró que ningún gobierno como el actual ha respaldado a la caficultura con créditos y subsidios.
Los manifestantes se mantienen en su decisión de continuar el cese de actividades, ante la que consideran «dramática» caída de los precios del café, la cual según dijeron, ha sumido al sector en una profunda crisis económica.