El jefe del Ejército ecuatoriano, general Marco Vera, renunció al cargo que desempeñaba desde hace un año, informó el jueves el Ministerio de Defensa, presuntamente por diferencias con el alto mando por la política de ascensos, apunta la prensa del país.
La cartera señaló que recibió el pedido de «disponibilidad» para abandonar el cargo de forma «voluntaria» por parte de Vera, quien debía cumplir dos años en su función, y agregó que enviará una terna -integrada por los oficiales más antiguos- al presidente izquierdista Rafael Correa para la designación del nuevo comandante.
El ministerio no precisó los motivos de la separación del responsable de la fuerza terrestre.
Sin embargo, el diario El Comercio de Quito publicó que Vera habría dimitido por un supuesto malestar con la cúpula castrense, a raíz del ascenso a generales de tres coroneles que no obtuvieron buenas calificaciones para ese reconocimiento.
El mismo medio adelantó la terna que maneja el Gobierno de Correa: los generales Luis Garzón, Jorge Peña, Fabián Narváez. Estos oficiales son los de mayor antigüedad en la Fuerza Terrestre. De hecho, apunta el diario, Garzón fue quien reemplazó al saliente comandante Marco Vera Ríos, en la suscripción para la entrega de predios del Ministerio de Defensa, al Ministerio del Interior, llevada a cabo en la mañana de este jueves 21 de febrero.