El Vaticano se prepara para ser declarada a partir del 28 de febrero como sede vacante, luego de que el papa Benedicto XVI tomará la decisión de renunciar, luego de que, al parecer, una investigación le informará sobre la existencia de escándalos por corrupción y sexuales dentro de la ciudad-estado.
Según el diario italiano La Repubblica, para esta investigación interna fueron entrevistados tres cardenales, incluyendo al ex jefe de los servicios secretos del Vaticano.
Estos integrantes habitantes de la Santa Sede fueron interrogados con la idea de ratificar las alegaciones sobre abusos financieros, favoritismos y corrupción planteadas en la publicación de documentos confidenciales papales.
El medio italiano indica que el 17 de diciembre del año pasado, los tres prelados entregaron a Benedicto XVI dos libros de más de 300 páginas, que contenían “un exacto mapa de las jugarretas y los peces podridos” en el interior de la Santa Sede.
El reporte señala que “fue en ese día, con esos papeles en su escritorio, que Benedicto XVI tomó la decisión que había reflexionado durante tanto tiempo”.
Hasta el momento, se ha insistido en que la decisión del Papa tiene que ver con su avanzada edad y no con conspiraciones dentro de El Vaticano.
La información que el Pontífice recibió de los cardenales “es sobre el incumplimiento del sexto y séptimo mandamiento”, reveló al periódico una fuente descrita como “muy cercana” a las autoridades.
El grupo de cardenales expresaron que descubrieron una red desconocida de homosexuales, cuyos miembros organizaban encuentros sexuales en numerosos lugares de Roma y de la Ciudad del Vaticano.
Los tres expresaron que los integrantes de esta red son propensos a chantajes a raíz de sus orientaciones sexuales.
El reporte secreto advirtió sobre vínculos sospechosos en el Instituto para las Obras de Religión, el banco del Vaticano, donde un nuevo presidente fue nombrado la semana pasada luego de una vacante de nueve meses.
El diario de la península itálica indica que el papa Benedicto XVI personalmente le haría entrega de los volúmenes al próximo jerarca de la iglesia, con la esperanza de que será “fuerte, joven y enérgico” para afrontar esta situación.