Bogotá, 09_02_13¬_RAM_ El pastor Álvaro Gámez arribó este sábado en la tarde deportado de Honduras, donde fue capturado el pasado miércoles.
Hacia las 3:40 p.m. de este sábado llegó a la Base aérea Antonarcóticos de la Policía Nacional el pastor Álvaro Gámez, quien fue capturado en Honduras el jueves y quien acaba de ser expulsado de ese país.
Gámez es sindicado de violar a varias mujeres cuando era líder religioso de una iglesia en Pasto (Nariño).
Una mujer del Gaula viajó hace cuatro meses exclusivamente a Honduras para hacer seguimientos e inteligencia al religioso.
El pastor fue rastreado por los diferentes restaurantes de comida colombiana, porque solía buscar ese tipo de establecimientos. También se conoció que se preparaba para asumir como pastor en propiedad de una iglesia en Tegucigalpa.
De igual manera, Gámez tenía una circular roja por el delito de acceso carnal abusivo, emitida en enero. Y las autoridades indagan si antes de viajar a Tegucigalpa estaba en Estados Unidos.
El caso de Gámez salió a la luz el año pasado, cuando autoridades colombianas comenzaron a investigar denuncias y videos que muestran al pastor teniendo relaciones sexuales en el salón de culto.
En julio del 2012, Gámez quedó en libertad condicional. Pero la medida fue revocada el 28 de septiembre por un juez de garantías, que lo consideró un «peligro para la sociedad». Desde entonces, no se había presentado a las audiencias.
El pastor tiene un expediente vivo por acceso carnal y acto sexual en persona con incapacidad para resistir.
Los señalamientos han sido rechazados por sus seguidores en Pasto, Sincelejo y Santa Marta, donde funciona la iglesia cristiana Salem, que Gámez creó en 1997.
Su defensa ha alegado que, si bien tuvo relaciones con mujeres, no las forzó ni ellas estaban en estado de indefensión, como lo alega la Fiscalía. También niega que menores de edad hayan estado involucradas.
La Red de Atención a Víctimas de Sectas en Pasto pidió a las autoridades de Honduras que, lo antes posible, entreguen a Gámez a las autoridades colombianas.
«Queremos que él venga a poner la cara aquí, donde hizo tanto daño y engañó a tantas niñas y jovencitas», dijo Karen Sánchez, una de las integrantes de la Red.
El cuestionado religioso es señalado de presuntamente haber abusado de varias de sus feligresas, principalmente en Nariño.
Se siguen conociendo detalles de las correrías del pastor Álvaro José Gámez Castro, capturado en Tegucigalpa (Honduras) el pasado miércoles. En Colombia se investiga al fundador del Ministerio Apostólico Salem —con sedes en Pasto, Sincelejo y Santa Marta y cerca de 15.000 seguidores— porque, presuntamente, abusó de varias de sus feligresas.
El 28 de septiembre de 2012 se emitió una orden de captura contra Gámez y desde diciembre tenía una circular roja de Interpol en su contra por la que era buscado internacionalmente. Como prófugo de la justicia estuvo en Ecuador, Bolivia, Estados Unidos, Guatemala y Honduras. En este país, al que ingresó hace cuatro meses, se preparaba, supuestamente, para abrir una nueva congregación religiosa.
Gracias a una investigación de las autoridades hondureñas y las colombianas, se dio con la captura de Gámez en un sector conocido como Portal del Bosque, al sur de Tegucigalpa. En entrevista con El Espectador, Javier Goyes, abogado de quienes se declaran víctimas de Gámez, indicó que no le extrañaría que el pastor intentara fundar una congregación religiosa “con las mismas intenciones con las que lo hizo en Colombia”.
Agregó que había pruebas suficientes de que en Chicago (Estados Unidos) quiso hacer lo mismo, aunque no lo consiguió. Precisamente en diciembre del año pasado la ONG Corporación Anticorrupción Internacional se quejó de que, mientras en Colombia se lo investigaba por supuestos abusos sexuales, Gámez se encontraba en esa ciudad de Estados Unidos dando misa.
Se espera que en los próximos días el pastor sea trasladado a Colombia para que responda ante las autoridades por los procesos en su contra. Cerca de 27 mujeres, entre ellas cuatro menores de edad, lo señalan de haber abusado de ellas. Gámez, supuestamente, las violó después de convencerlas de que tener relaciones sexuales con él era una bendición y que para él era una forma de “acceder al Altísimo”.
En una denuncia de personas cercanas a la comunidad, conocida por este diario, y que ya fue conocida por la Fiscalía, se sintetiza de la siguiente manera lo que, presuntamente, hacía Gámez con las mujeres de su congregación. De acuerdo con el documento, “por medio de mujeres ya entrenadas, al parecer de su círculo familiar, empezó a reclutar a jóvenes con el fin de que satisficieran sus deseos sexuales”.
“Después de orar les daba lo que llamaba ‘ministraciones’, que eran besos en la boca. Luego, las mujeres que le ayudaban les decían a las víctimas que lo que habían hecho estaba bien y, a punta de versículos bíblicos interpretados a su acomodo, les hacían creer que lo hecho estaba aprobado por Dios” y luego se cometían los supuestos abusos sexuales.
En videos que hoy hacen parte del material probatorio de la Fiscalía se ve a Gámez en una oficina sosteniendo relaciones sexuales con dos jóvenes de su congregación mientras de fondo se escucha a los demás feligreses cantando canciones.
El abogado de Gámez, Abelardo de la Espriella, ha dicho en varias ocasiones que su cliente es inocente y que los actos sexuales que hubo entre el pastor y sus feligresas fueron consensuados y que el pastor nunca tuvo relaciones sexuales con menores de edad. Además indicó que continuará con el proceso para demostrar su inocencia. Hace unas semanas De la Espriella le había solicitado a la justicia que anulara el proceso contra su defendido. Previamente había pedido que el expediente fuera trasladado de Pasto a Bogotá. Ninguna de sus solicitudes fue aceptada.
Al respecto, el abogado Goyes expresó que con la captura de Gámez espera que “ya no haya más dilaciones ni maniobras dilatorias de parte de los abogados del pastor. Ya con su cliente tras las rejas no van a poder dilatar más el proceso. Está obrando la justicia”, aseguró Goyes.
Respecto a lo dicho por De la Espriella en cuanto a que el sexo entre Gámez y sus feligresas fue de mutuo acuerdo, Goyes aseguró que se va a comprobar que las víctimas fueron enajenadas, que la mayoría de ellas ingresaron a la congregación como menores de edad y que durante años se les “lavó” el cerebro para que creyeran en Gámez ciegamente.
Mientras el proceso contra el pastor Gámez continúa, personas cercanas al Ministerio Apostólico Salem que fueron consultadas indicaron que algunos seguidores de Gámez mantienen viva su iglesia en Pasto.