La Habana, 8 feb (PL) Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) reiteraron hoy en Cuba el pedido de incorporar a Simón Trinidad a la mesa de conversaciones de paz con el Gobierno.
Luego de un receso de 24 horas en las pláticas, el comandante de la guerrilla Jesús Santrich aseveró que la presencia de Trinidad constituye una necesidad imperiosa para que los diálogos avancen «hacia el puerto seguro de un acuerdo de paz».
Trinidad forma parte de la delegación guerrillera a las pláticas, aunque cumple 60 años de prisión en Estados Unidos, a donde fue extraditado en 2004.
Desde el capitalino Palacio de Convenciones, sede permanente de los acercamientos entre ambas partes, Santrich denunció la situación actual de Trinidad, quien se encuentra -dijo- en condiciones de reclusión inhumanas.
Cuando va a una audiencia va encadenado de pies, manos y cintura y a su cuerpo adheridos cables de alto voltaje, que al menor movimiento que se considere brusco e incluso una caída accidental, sobre él viene una descarga eléctrica, sostuvo.
Esa situación, añadió, debe cambiar, y el Gobierno colombiano debe dejar la obstrucción frente a la posibilidad cierta de la presencia de Simón Trinidad o de su participación como catalizador de la paz en este proceso en La Habana.
La representación de la guerrilla llamó igualmente a exigir al gobierno de Colombia para que permita una veeduría pública de la «situación inhumana, extrema, que llega a niveles de muerte en los centros carcelarios».
En los centros de reclusión y los penales colombianos, refirió, el hacinamiento en general es más del 58 por ciento.
Consideró que existe una violación sistemática, consciente, premeditada de los derechos humanos por parte del gobierno colombiano, y refirieron que carceleros torturan no sólo a los prisioneros políticos y de guerra, sino a los presos sociales.
Santrich reiteró que los diálogos en la Mesa continúan con buen ritmo, y paso firme y seguro, «encontrando coincidencias en torno al primer punto de la agenda: el aspecto agrario y rural».
Tanto para las FARC-EP, como para el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, la cuestión agraria representa un aspecto clave con miras a la solución a décadas de enfrentamiento armado.
El desarrollo rural constituye el primero de una agenda de seis asuntos establecida como base de las conversaciones, que incluye otros temas como las garantías para la participación ciudadana, el fin del conflicto armado y la solución al problema de las drogas ilícitas.