El general (r.) César Augusto Pinzón Instauró demanda contra la Policía, por lo que él llama su salida ‘indigna’ de la Institución.

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Bogotá, 03_02_13¬_RAM_ En los próximos días, se va a registrar una especie de parada militar en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca por cuenta de la demanda que el general (r.) César Augusto Pinzón instauró contra la Policía Nacional, por lo que él llama su salida «indigna y grosera» de la institución.
La defensa de Pinzón, en cabeza de Abelardo de la Espriella, pidió llamar como testigos a miembros de la cúpula, incluido el director, general José Roberto León Riaño.
Con ellos, el destacado oficial pretende demostrar que fue engañado y presionado a pedir la baja y que debe ser reintegrado de inmediato.
Pinzón -segundo en la línea de sucesión del exdirector Óscar Naranjo- le narra al tribunal episodios que, de ser ciertos, ponen en entredicho los mecanismos de ascenso en la Policía. Además, dejan a la Nación ad portas de una condena por 500 millones de pesos.
Según Pinzón, su salida de la institución -tras liderar varios grandes golpes a la mafia- estuvo antecedida por dos hechos.
Uno de ellos fue un anónimo enviado en mayo del 2011 a la Dirección de la Policía, al Ministerio de Defensa y a la Procuraduría en el que se le acusa de enriquecimiento ilícito. Un supuesto grupo de «ciudadanos de bien», dicen que su casa, ubicada en un conjunto residencial de Chía, vale 4.000 millones de pesos y que no se compadece con sus ingresos como oficial.
Ese mismo mes, Pinzón fue incluido por el mayor (r.) Byron Ordóñez, preso en EE. UU., en la lista de altos oficiales permeados por la mafia.
Sobre lo dicho por Ordóñez, el abogado De la Espriella dice que es «un chisme sin fundamento, que involucra a otros generales». Y sobre el anónimo, añade que ya fue desvirtuado por la Procuraduría.
El registro catastral de la casa del general y -aunque nadie le ha hecho un avalúo oficial- allí dice que costó 800 millones de pesos. Además, Pinzón asegura que sacó un préstamo con un amigo y un leasing para hacerse a ella.
Al parecer, el anónimo fue lo que frustró el envío de Pinzón como agregado de Policía en la embajada de Colombia en Italia, cargo que le prometieron tras anunciar su intempestiva salida.
«En noviembre del 2011 el general Óscar Naranjo me citó a una reunión en el hotel Casa Medina y me dijo que el Ministro de Defensa le comentó que yo tenía un inmueble y que tenía que explicar cómo lo adquirí para poder ir al exterior», dice el general (r.).
Lo que llama la atención es que, por esa época, también llegaron anónimos contra otros generales, en fila para asumir la dirección, y ellos sí fueron enviados a Europa.
«Es claro que mi cliente fue engañado para salir de la institución», dice De la Espriella. Y agrega que la mejor evidencia de su probidad es que la DEA le reconoció su labor.
Tres meses atrás, en agosto del 2011, Naranjo ya le había pedido a Pinzón que asumiera -pidiendo la baja- las muertes de cinco policías en el Cesar.
Pero Pinzón argumentó que no estaban en su jurisdicción ni bajo su mando; se negó a renunciar e invitó a Naranjo a que lo sacara. Y aunque Naranjo luego le ofreció otros cargos como oficial activo o retirado, calificó de inadmisible su actitud.
Sobre la demanda, el general (r.) Óscar Naranjo le dijo que «Pinzón está en su derecho y que es la justicia la que debe fallar».
«La institución dará las explicaciones sobre mi decisión en el desarrollo del proceso. Tengo total tranquilidad sobre mi decisión, que, como él afirma, está vinculada a su reacción sobre un llamado de atención que estimé era inadmisible», explica Naranjo. Se buscó al director de la Policía, León Riaño, para saber si será testigo sobre los móviles de la salida de Pinzón. Pero dijo que no le ha sido notificada la demanda a la Policía. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, también se abstuvo de hablar del caso.
‘Pinzón tiene visa a EE. UU.’
Abelardo de la Espriella, abogado del general Pinzón, aseguró que la urbanización donde está la casa de su cliente le fue recomendada por el general Óscar Naranjo y que el propio Pinzón sugirió que la Procuraduría indagara el anónimo cuando supo que había llegado a la Policía. Y agregó que no conoce documentos que prueben las versiones contra su cliente y contra otros generales, dadas por presos en EE. UU. «Lo importante es que Pinzón fue engañado para salir de la institución. Reclamamos su reintegro. Es un oficial con resultados en la lucha contra el crimen organizado como ninguno». Y puntualizó que Pinzón renovó la visa a EE. UU. en junio del 2012 por 10 años.

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