Dos fotos publicadas esta tarde por el ex presidente Alvaro Uribe, en su cuenta de twitter, donde mostraba los cuerpos sin vida de dos policías asesinados en una ataque de las Farc, en cercanías a Maicao (Guajira) desataron la tensión y la crítica en la red.
“La sangre de nuestros policías es nuestra sangre. No puede exhibirse como trofeo de guerra contra la paz”, fue la reacción del ministro del Interior, Fernando Carrillo (@fcarrilloflorez) indignado por lo que deja entrever como la manera que estaría usando el ex Presidente para oponerse a los diálogos que se cumplen en Cuba entre representantes del Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc.
A esto se sumó el senador liberal Luis Fernando Velasco quien calificó lo hecho por Uribe como “pornografía electoral” en su cuenta @velascoluisf: “Así No, ante la muerte y el dolor de nuestra gente rechazo unánime al terrorismo y no pornografía electoral”.
“Y también rechazamos que se haga politica con el dolor de las familias de los policias”, agregó el presidente de la Cámara de Representantes y presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria en @SimonGaviria.
Otro twitter fue el del congresista Guillermo Gaviria (@riveraguillermo) quien señaló «Con publicación de fotografias de policías asesinados, Uribe se reafirma en la tesis del «todo vale». Lo q sea para descalificar al gobno».
El Director de la Policía, el general José Roberto León Riaño, asegura que la publicación de fotos de policías asesinados «contribuyen a exaltar a los victimarios» e invitó a la ciudadanía a no utilizar esas imágenes que «ahondan el dolor de las familias y de la Institución.
Juan Carlos Vélez, senador de ‘la U’ y uno de los alfiles de Uribe, defendió la publicación de la fotografía: “Entonces tapemos todo y digamos que aquí no está pasando nada. Ahí mostramos la realidad y creo que eso es algo que todos tenemos que hacer, y el país no puede escandalizarse y atormentarse porque el expresidente Uribe esté haciendo lo que hacen los medios de comunicación”.
Contra el ex Presidente se pronunciaron cientos de ‘twiteros’, gente del común, algunos con lenguaje más fuerte que otros, pero todos rechazando la publicación de la fotografía en mención.