Jefe de las FARC descarta división del grupo guerrillero

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Bogotá, Colombia.- El máximo comandante de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timoleón Jiménez» y «Timochenko», aseguró que su organización no está dividida en el proceso de paz que actualmente adelanta con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, según una entrevista publicada el miércoles.

«No hay una sola declaración de (los jefes rebeldes) Joaquín Gómez o Fabián Ramírez que exprese algún tipo de discrepancia con el resto del Estado Mayor Central de las FARC», expresó Timochenko en una entrevista con el semanario Voz, del Partido Comunista Colombiano, destacó AP.

La publicación no indicó la fecha de la entrevista y sólo aseguró que el comandante rebelde «está en las montañas de Colombia» e «informado al dedillo» del rumbo de las negociaciones de paz.

Analistas y el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), entre otros, han insinuado divisiones en el interior de las FARC respecto del proceso de negociación que las partes adelantan en Cuba y han destacado la ausencia en la mesa de diálogos de La Habana de figuras como Gómez y Ramírez, vistas como dos de los más veteranos y combatientes miembros de esa guerrilla.

Timochenko, de 54 años, y quien a fines de 2011 asumió la comandancia del grupo rebelde tras la muerte del jefe rebelde Alfonso Cano en una operativo de la fuerza pública, también dijo que no entendía las razones de «armar escándalo» por el tiempo que se extiendan las negociaciones así sea unos meses o «un par de años más».

Sobre el tiempo que podría demorar el proceso de paz -Santos ha hablado de meses e incluso ha dicho que espera que en noviembre las conversaciones hayan arrojado conclusiones definitivas-, el comandante de las FARC advirtió que «lo razonable es no comprometer plazos, aunque voces interesadas interpreten esto como la eternización de unos diálogos inocuos».

Por eso, se preguntó «¿qué sentido tiene armar un escándalo por unos meses más o un par de años más de diálogos, cuando de lo que se trata es de consolidar la terminación del conflicto y la paz en nuestro país? Tras uno o más lustros de guerra siempre se volvería a una mesa, así que es mejor, sin afanes, ahorrarle toda esa sangre a Colombia».

Agregó que «está fuera de toda duda» que las FARC permanecerán sentadas en la mesa de negociación hasta tanto se concrete la paz para Colombia.

Santos ha dicho en múltiples ocasiones que el modelo de país que actualmente tiene Colombia no será negociado con la guerrilla en la mesa de La Habana.

«La posición del Gobierno ha sido pública y enfática, en el sentido de no admitir debates sobre modelos de desarrollo en ninguno de sus aspectos», sostuvo Timochenko. «Pero bueno, es su posición, la posición de una de las partes que se sienta con otra a buscar la solución política al conflicto», observó.

Añadió, sin embargo, que «creemos que dicha posición (del Ejecutivo) está sujeta a cambios en el curso de las conversaciones. Para eso es una mesa de diálogo. Nosotros podríamos partir de exigir el poder o la extinción total de la gran propiedad rural, que siguen siendo parte de nuestras metas, pero sabemos que de ese modo no llegaríamos a ningún lado».

En tanto Andrés París, uno de los negociadores de las FARC en la capital cubana, dijo la víspera a la emisora venezolana Unión Radio que el proceso de paz «no será una traición (con los miembros de su organización), no será una entrega, no será una desmovilización» porque «con las FARC hay un acuerdo profundo o no hay nada».

Tras asegurar que las FARC no son una organización narcotraficante, París, que en realidad se llama Jesús Emilio Carvajalino, insistió en una asamblea nacional constituyente para consolidar la paz en el país.

«Confiamos en que una asamblea nacional constituyente entre a modificar el conjunto de instituciones y produzca un vuelco en nuestro país que de verdad consolide la paz», dijo el jefe rebelde. Santos ha enfatizado en que una asamblea constituyente no está en los planes de su gobierno de llegar a firmarse la paz con las FARC.

Para París, el Gobierno de Bogotá no está interesado en firmar un acuerdo bilateral de cese del fuego porque considera que «la guerra es un fin de semana… y van a terminar ya la guerrilla y llevamos 50 años en eso: ni nos derrotan ni nosotros nos tomamos el poder».

En septiembre de 2012 Santos anunció que su gobierno tras meses de negociaciones secretaras en Cuba había firmado un preacuerdo con las FARC con el objetivo de iniciar un proceso de paz que eventualmente ponga fin a casi 50 años de confrontación entre las partes.

El 18 de octubre en Oslo, la capital de Noruega, se instaló oficialmente la mesa de conversaciones y poco después los negociadores retornaron a La Habana, donde los bandos discuten el tema de tierras, el primero de los puntos de la agenda acordada.

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