Caso Colmenares, ¿hubo ‘siembra’ de testigos?

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Por Óscar Montes

Lo único que no puede pasar con Luis Andrés Colmenares es que su muerte quede en la impunidad, que es, sin duda, el propósito de quienes participaron intelectual y materialmente en los luctuosos hechos sucedidos el 31 de octubre de 2010 en inmediaciones del Parque El Virrey al norte de Bogotá.

El más reciente capítulo de esta tragedia que vive la familia Colmenares se vivió el pasado miércoles 16 de enero cuando la fiscal Marta Lucía Zamora pidió la nulidad del proceso contra Carlos Cárdenas, una de las personas vinculadas a los hechos, alegando que tres de los testigos que rindieron versión ante la Fiscalía incurrieron en graves mentiras.

En otras palabras, los tres testigos ‘estrellas’ de la Fiscalía resultaron falsos y ello –sin duda– puso a tambalear el proceso, pues todos ellos –José Wilmer Ayola, Jonathan Martínez y Jesús Martínez– coincidían en la presunta participación de Cárdenas en la agresión que sufrió Colmenares y que le habría costado la vida.

El fiscal Luis González –que antecedió a Zamora y que dio plena credibilidad a los testimonios de Ayola y los Martínez– no solo defiende la transparencia de su actuación, sino que se ratifica en la verosimilitud de las versiones de los testigos, que fueron las mismas que llevaron a solicitar la captura de Cárdenas por, al parecer, haber participado directamente en los hechos.

Es evidente que tanto González como Zamora tienen una valoración diferente de los testimonios y discrepan sobre los verdaderos alcances de sus afirmaciones, pero en lo que sí coinciden ambos es en que el joven Colmenares fue asesinado y que es absurda la hipótesis planteada por la defensa de Jessy Quintero y Laura Moreno –otras dos personas implicadas en los hechos-, en el sentido de que pudo tratarse de un suicidio.

Para quienes desde los medios de comunicación hemos venido siguiendo el proceso y que no tenemos más elementos que los que son ventilados en las audiencias, lo que acaba de suceder demuestra que detrás de la muerte de Colmenares hay gente muy poderosa interesada en que su crimen quede en la impunidad, que son quienes se están saliendo con la suya al lograr contaminar las aguas del juicio.

Con relación a las hipótesis que han surgido a raíz del fiasco de los testimonios de Ayola y los Martínez, uno de los cuales acaba de autoincriminarse, llama la atención la del abogado Jaime Lombana, representante de la familia Colmenares, quien cree que los testigos pudieron haber sido “sembrados” en el proceso, es decir, alguien tuvo la capacidad de “construir” artificiosamente las versiones de los tres testigos de tal manera que los mismos coincidieran casi que de forma calcada, hasta el punto de haber llevado a la Fiscalía a darle credibilidad a todos. Si ello es así, ¿quién o quiénes lo hicieron? Los únicos que tienen la respuesta a esa pregunta son los mismos que rindieron falso testimonio. Nadie más.

Pero, además, al diseñar una estrategia criminal para direccionar la investigación en un sentido contrario al natural de la misma, se demostraría que el principal interés que asiste a quienes están detrás de tan perversos propósitos no es otro que el de lograr la impunidad sobre los hechos.

De manera que si el juez acata la solicitud de la fiscal Zamora, entonces la investigación empezará de cero y ojalá esta vez en la dirección correcta. Es lo único que esperan la familia y los amigos y allegados de Luis Andrés.

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