Al menos $20 millones de recompensa están ofreciendo las autoridades por información que pueda conducir con el paradero del hombre responsable del asesinado del párroco Francisco José Vélez Echeverry, apuñalado en la noche del miércoles en Buga, centro del Valle.
Según lo informó el coronel Nelson Ramírez, comandante de la Policía Valle, gracias a los vecinos del sector, ya se tiene un retrato hablado sobre el joven que presuntamente habría cometido el crimen.
Las autoridades en Buga designaron un grupo especializado de la Sijín de la Policía para investigar los móviles y responsables del homicidio de un reconocido sacerdote en esa ciudad.
Según las primeras informaciones, el cuerpo del padre Jiménez fue encontrado, desnudo y con tres heridas de arma blanca, en su residencia en Buga, ubicada en la Carrera 2 sur # 6-101, en el Barrio El Albergue.
Algunas personas de la comunidad aseguran que hacia las 7:00 p.m. vieron salir a un joven de tez trigueña y de contextura delgada en bicicleta, y especulan que el crimen habría sido por robar al padre José Francisco, pues no se conocía que el párroco tuviera enemigos o amenazas.
Gerardo Emilio Vélez, hermano del religioso, dijo que el vigilante del sector escuchó dentro de la vivienda gritos de auxilio por parte de su hermano y que minutos después observó a un hombre que abandonaba el inmueble apresuradamente.
“Él no tenía enemigos, por el contrario era una persona muy dedicada a su comunidad”, manifestó monseñor Ómar Ramírez Castañeda, vicario general de la Diócesis de Buga.
El padre Francisco José Vélez Echeverri era el párroco de la iglesia Niño Jesús de Praga, en el barrio Nuevo Farfán, en el municipio de Tuluá.
Una vez fue ordenado por el entonces obispo de Buga, Rodrigo Arango Velásquez, su primera parroquia fue en el corregimiento de Venecia, en el municipio de Trujillo. Asimismo, trabajó en las parroquias de Cristo Rey, Espíritu Santo y Bosques de Maracaibo en Tuluá, en Bugalagrande, Sevilla y en el barrio Altobonito, en Buga.
Estudió teología en el seminario San Pedro Apostol en Cali y hacía parte de una numerosa familia bugueña de 19 hermanos, de los cuales cuatro son monjas y tres son sacerdotes.
Hasta el momento los móviles y autores materiales de este hecho de sangre, que conmocionó a la comunidad católica del centro del Valle del Cauca, son materia de investigación.