Bogotá, 16 ene (EFE).- Un total de 903 personas, 403 de ellas niños y jóvenes, abandonaron sus viviendas en el departamento colombiano del Chocó (noroeste) por enfrentamientos de bandas que buscan controlar territorios para el narcotráfico, informó hoy el defensor del Pueblo de Colombia, Jorge Otálora.
«Encontramos un pueblo fantasma y varias comunidades negras desplazadas de sus territorios», dijo Otálora a periodistas al referirse a la situación de los habitantes de los caseríos de Togoromá, Pichimá Charambirá y Venado.
Los 903 lugareños están en cinco lugares diferentes adaptados como albergues temporales en Docoró, cabecera municipal de San Juan, en el departamento de Chocó.
El desplazamiento se inició, según Otálora «con 50 personas y al día de hoy ya van 903 personas, de las cuales 403 son menores de edad».
El abandono de sus viviendas se generó por los combates entre las bandas «Los Rastrojos» y «Los Urabeños», dedicadas al narcotráfico y que buscan control territorial.
Otálora no precisó las fechas de estos desplazamientos. Tampoco se conoce información oficial acerca de que si hay muertos entre los combatientes o de la población civil.
La zona es considerada estratégica para el narcotráfico porque es densa en selva y tiene muchos ríos y riachuelos que son utilizados para transportar la droga hacia el Pacífico.
Ante la difícil situación, el Defensor del Pueblo solicitó al ministro colombiano de la defensa, Juan Carlos Pinzón, convocar un consejo de seguridad en la zona, al tiempo que pidió el acompañamiento de la directora Nacional de la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas, Paula Gaviria.
Adicionalmente, instó al Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Diego Molano, para que brinde atención urgente, adecuada y diferencial a la población infantil desplazada.
Por último, también le pidió al gobernador del Chocó, Hugo Arley Tovar, convocar una reunión del Comité Departamental de Justicia Transicional para analizar la situación y adoptar las medidas pertinentes para la atención de las víctimas. EFE