La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se incorporó de vuelta al trabajo este lunes después de que una contusión cerebral le mantuviera alejada de sus responsabilidades desde hace tres semanas. Clinton fue ingresada en un hospital de Nueva York cuando sus médicos le detectaron un coágulo entre el cráneo y el cerebro, y recibió el alta médica el pasado día tres de enero.
“La secretaria se ha recuperado completamente y fue recibida esta mañana por una ovación de los miembros de su departamento”, declaró este lunes la portavoz Victoria Nuland. Clinton participó con normalidad en la reunión que celebra todos los lunes con sus asesores más cercanos y no tiene previsto viajar en las próximas semanas.
A sus 65 años de edad, la responsable de la diplomacia estadounidense se ha convertido en estos últimos cuatro años en la secretaria de Estado que ha visitado más países durante su cargo -un total de 112-, lo que le ha obligado a trabajar fuera de Washington durante 401 días y a pasar el equivalente a 87 jornadas en un avión, según el recuento del Departamento de Estado.
Clinton es además el miembro del gobierno estadounidense mejor valorado por parte de los ciudadanos y desde su candidatura a la presidencia en 2008 -cuando perdió en las primarias del Partido Demócrata ante Obama- se ha especulado con una nueva apuesta en 2016. Sin embargo, su reciente estado de salud ha despertado dudas sobre su futuro.
La secretaria de Estado enfermó con un virus estomacal a principios de diciembre durante una visita a Europa. Desde allí estaba previsto que viajase a Marruecos a un encuentro con líderes de países árabes sobre el futuro del conflicto en Siria, pero su participación tuvo que ser cancelada. Según las autoridades estadounidenses, Clinton se cayó al sufrir un desmayo que le causó una conmoción cerebral. Dos semanas después sería ingresada en el Hospital Presbyterian de Nueva York al cuando sus médicos le detectaron un coágulo en la región temporal del cerebro durante una revisión. La secretaria no ha sufrido daño neurológico y recibió el alta hace cinco días.
Como ya anunciara hace un año, Clinton se despedirá de su cargo a finales de este mes y será sustituida por el veterano senador demócrata por el Estado de Massachusetts, John Kerry. “La secretaria se ha mantenido en contacto permanentemente con Kerry en los últimos días, participando en varias conversaciones telefónicas y está comprometida con que la transición sea lo más sencilla posible”, dijo Nuland.
El Departamento de Estado ha confirmado que Clinton comparecerá ante la comisión del Congreso que investiga el ataque al consulado estadounidense en Bengasi el pasado 11 de septiembre y donde murieron cuatro personas, entre ellas el embajador norteamericano Chris Stevens. Aquel incidente despertó duras críticas por parte de los miembros del Partido Republicano contra la Administración Obama. Las acusaciones contra la embajadora de EE UU ante la ONU, Susan Rice, por la versión de los hechos que ofreció en televisión, terminarían forzando que la diplomática renunciara a sustituir a Clinton. Los republicanos han acusado también a Clinton de ausentarse estas semanas para evitar su comparecencia ante los parlamentarios y de padecer “fiebre de Bengasi”.
El departamento de Estado asegura que Clinton se limitará en las próximas semanas a preparar su sucesión así como su comparecencia en el Capitolio, que tendría lugar después de la investidura de Obama el día 20 de enero. A finales de esta semana se espera que reciba en Washington al presidente de Afganistán, Hamid Karzai.