BOGOTA, 26 de Diciembre _RAM_ La unión Temporal Aseo Districapital y Aguas de Bogotá fueron las dos entidades que firmaron los contratos para importar las 160 compactadoras alquiladas para la recolección de basuras en Bogotá, por parte del operador público Aguas de Bogotá.
De este lote de 160 forman parte las 25 compactadoras que se encuentran en el muelle de Cartagena, entre las cuales están los equipos deteriorados físicamente, con óxido, basuras y matas.
La Prensa conoció que fueron firmados dos contratos entre las dos firmas. El primero de ellos fue pactado el 7 de diciembre del 2012 por 9.000 millones de pesos para la importación de 60 compactadoras arrendadas. El segundo contrato se firmó el 13 de diciembre, por 15 mil millones de pesos, para importar otras 100 compactadoras en arriendo.
A través de Twitter, Gustavo Petro dijo: «@ELTIEMPO. Dijo que los camiones cuestan 24.000 millones en seis meses, no contó que en el mismo periodo ustedes (los ciudadanos) pagan 150.000 millones».
Esta contratación fue firmada por el gerente saliente de Aguas de Bogotá, Mario Álvarez, y el representante legal de la Unión Temporal Diego Andrés Galvis, para un arrendamiento de equipos por seis meses.
Según los dos contratos, los equipos debían estar, a más tardar, el 18 de enero del 2013, pero dada la emergencia presentada en Bogotá y ante la imposibilidad de Aguas de Bogotá de contar con equipos de recolección para iniciar el nuevo esquema de aseo propuesto por el alcalde Gustavo Petro a partir del 18 de diciembre, el Distrito no tuvo otra opción que apurar esa importación de equipos usados.
Según las cláusulas de la contratación, el contratista se responsabilizaba de entregar los vehículos «en condiciones de operatividad, obligación que se entenderá cumplida con la suscripción de un acta de inventario y del estado de los equipos firmada por el contratista y el supervisor». De igual forma, se comprometía a cumplir requisitos legales y ambientales para la importación.
El supervisor de esta contratación es la misma Aguas de Bogotá, que ha declarado que solo cuando estén las compactadoras en la base de operaciones de la empresa en la capital, se aceptarían o no esos equipos.