El Papa Benedicto XVI aprobó el milagro que permite la canonización de la Madre Laura, quien sería la primera santa colombiana.
Después de estar desahuciado y cerca de un año hospitalizado, el médico Carlos Eduardo Restrepo, se sanó milagrosamente de una infección mortal, según él gracias a que pidió su intercesión a la Madre Laura Montoya, hace seis años.
Según narró a CM& el anestesiólogo y especialista en medicina del dolor, en enero de 2005 cuando recibió por tercera vez los Santos Óleos, le pidió a la beata con estas palabras: «Ayúdame a pasar este trago amargo», en pocos días desapareció la perforación en su esófago, que le había producido la enfermedad que padecía y que lo tenía postrado en una cama durante once meses.
«Me habían puesto tres veces los santos óleos y me habían dado mas del 90% de incapacidad». Afirma hoy el médico Restrepo, quien con emoción recibió el anuncio de la Santa Sede en el sentido de aprobar el milagro que se requiere para la canonización de la Madre Laura.
La Madre Laura Montoya Upegui nació en Jericó, suroeste antioqueño en 1874. Fue maestra de escuela, escritora y mística. Fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena.
Se dedicó a la misión del Evangelio entre las comunidades indígenas del Occidente y Urabá antioqueños. Falleció en Medellín 1949.
En el sector Belencito, occidente de Medellín está la sede del convento que fundó, allí están sus objetos personales, recuerdos y libros. Muchos feligreses llegan hasta allí a acostarse en la cama de la beata en busca de la sanación de sus enfermedades.
El 25 de abril de 2004 fue beatificada por su Santidad Juan Pablo II.