La demora en la aprobación y conciliación de la reforma Tributaria tanto en Senado como en Cámara y las largas que han dado sus presidentes Roy Barreras y Augusto Posada han puesto a pensar mal, a más de uno. No han faltado los congresistas, que en los pasillos del Capitolio, han dicho que los dos presidentes están detrás de «algo gordo». Se especula que el interés de los congresistas sería quedarse con el manejo burocrático del Sena y del ICBF y que por eso anunciaron esta noche que sólo hasta el viernes votarán la iniciativa, por lo «difícil» de la conciliación. ¿Será cierto?