Gustavo Petro dijo que domiciliarios marcharon “por orden del patrón contra la reforma que les va a dignificar el trabajo”

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El 28 de marzo, los domiciliaros salieron a marchar, una vez más, en contra de la reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro, que busca regular las plataformas digitales y formalizar a sus trabajadores. El presidente Petro, desde Twitter, se refirió a las manifestaciones en contra de la reforma, y dijo que los domiciliarios saliron a las calles a marchar “por orden del patrón”, y comparó la protesta en contra de la reforma laboral con los tiempos en los que los esclavistas se oponían a la liberación.

“Estos trabajadores marchan por orden del patrón contra la reforma que les va a dignificar el trabajo. Es lo mismo que en los tiempos en que se debatía la libertad de esclavos. Los esclavistas le decían a sus esclavos que si quedaban libres iban a morir de hambre”, trinó el presidente Petro.

Gustavo Petro se pronunció sobre la movilización cumplida por los colaboradores de Rappi. Cortesía: Gustavo Petro.
Gustavo Petro se pronunció sobre la movilización cumplida por los colaboradores de Rappi. Cortesía: Gustavo Petro.

Las marchas de los rappitenderos comenzaron sobre las 11:00 de la mañana, cuando un numeroso grupo, en bicicletas y motos, se reunió en el Parque Nacional, para dirigirse, en protesta, al Congreso, por los cambios a la contratación que se incluyen en la reforma laboral, que podrían ocasionar el despido en masa de cerca de 130 mil repartidores, de acuerdo con el CEO de la empresa Rappi, Simón Borrero.

Borrero, en una entrevista con Semana, advirtió que, en caso de que la reforma se apruebe como está, el precio de los domicilios sufriría un aumento considerable: “Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar $18.000 por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas. No estamos en Suiza ni en España, estamos en un país donde la gente necesita oportunidades”.

Además, dijo que la reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios.

“La gran mayoría de los rappitenderos no quiere eso, quiere más protección y más bienestar, y en eso estamos super de acuerdo. De aprobarse la reforma, 90% de los trabajadores digitales quedaría por fuera y daña totalmente el modelo. Rappi y las demás plataformas están construidas para brindarles oportunidad de ingresos complementarios a miles de personas y la reforma va en contravía de ese modelo”, advirtió.

Borrero señaló que esto forzaría a las plataformas a quedarse con un grupo pequeñito que trabaje entre 40 y 42 horas por semana, pero eso solo lo pueden hacer unos pocos.

“La mayoría de los trabajadores digitales no pueden trabajar en un horario fijo, y no porque no quieran, sino porque tienen restricciones como el cuidado de sus hijos, el estudio o incluso otros trabajos”, insistió.

En cuanto a cotizar la seguridad social por esas horas que efectivamente pueden trabajar, el director ejecutivo de Rappi explicó a Semana que el sistema colombiano no lo permite y requiere que solo se pueda cotizar sobre un salario mínimo entero. Así las cosas, el sistema no le recibe los aportes al que trabaja unas cuantas horas a la semana y gana $300.000 al mes, y es la explicación de la alta informalidad en Colombia.

FUENTE: INFOBAE
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