BOGOTA, 10 de Diciembre _RAM_. La reparación a las víctimas, el narcotráfico y el papel de las comunidades indígenas y campesinas son «los nudos gordianos» de las negociaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, dijo el exmagistrado de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón.
Garzón, que es asesor de la misión de apoyo al proceso de paz de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Colombia, participó en Barcelona en el seminario bajo el lema «Construcción de paz, Derechos Humanos e Interculturalidad en Colombia».
La conferencia está organizada por los profesores de la Universidad de Barcelona (UB) David Bondía y Toni Jiménez, con la colaboración de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar), que tiene su sede en Bogotá.
Garzón participó en un debate con Manuel Ramiro, director del Centro de Estudios Interculturales de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, con la que Fibgar comparte un proyecto de becas para indígenas y afrodescendientes.
Tanto Ramiro como Garzón se mostraron optimistas sobre el proceso de paz iniciado en Colombia, en el que el pasado miércoles comenzó en La Habana la segunda ronda de conversaciones entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc para poner fin a 50 años de conflicto.
Garzón advirtió que no podrá haber paz si hay «ausencia de justicia» y apostó por una «justicia transicional» que sea equilibrada entre la reparación a las víctimas, el reconocimiento de los crímenes y las penas represivas y restitutivas.
«Como regla general, ninguna paz es integral si no es justa y paz justa no significa que tenga que ser una paz justiciera, sino aquella en que los diferentes intereses en juego sean debidamente protegidos, hasta donde sea posible protegerlos, porque la protección absoluta es una utopía, no existe», señaló Garzón.
En su opinión, este proceso de diálogo cuenta con más posibilidades de prosperar que los anteriores intentos «porque de alguna forma las dos partes se han respetado y no se han hecho concesiones mutuas».
«En España -recordó- hemos vivido intentos de procesos de paz que se han ido frustrando entre Gobierno y ETA porque se ponían condiciones mínimas de principio».
Garzón considera que el modelo del proceso de paz norirlandés escogido por los negociadores colombianos, consistente en mantener en secreto las conversaciones hasta que se alcanza un acuerdo, es el más adecuado, a la vez que auguró que en marzo, a más tardar, se tendrá que abordar la cuestión de las víctimas.
Sobre los indígenas y campesinos cree que no será problema la restitución de las tierras, pero advirtió de que «el narcotráfico es otro de los puntos fundamentales».
«Hoy nadie discute que el narcotráfico ha sido en gran medida la fuente de financiación de este tipo de organizaciones y el abandono por parte de la guerrilla de esta actividad puede suponer que otras bandas del crimen organizado se nutran y tomen posiciones al desaparecer su competidor», alertó el exmagistrado.