Romney descendió de una 4×4 poco antes de las 12H30 (17H30 GMT) y se introdujo en la «West Wing», el ala oeste del edificio ejecutivo, en el corazón de Washington, según periodistas que lograron verlo a unos pocos metros de distancia. El derrotado candidato presidencial republicano partió poco después de las 13H45 locales sin hacer declaraciones.
El excandidato por el Partido Republicano felicitó al reelegido mandatario por «el éxito de su campaña y le deseó lo mejor para los próximos cuatro años», explicó la Casa Blanca en un comunicado, informó Efe.
Discutieron liderazgo de EEUU en el mundo
Este almuerzo, el primer encuentro entre ambos dirigentes luego del 22 de octubre, día del último debate previo a las elecciones del 6 de noviembre, se realizó en el comedor privado de Obama, cercano al Salón Oval, según había anunciado el miércoles el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.
AFP recordó que el encuentro estuvo cerrado a la prensa, pero la Casa Blanca prometió dar cuenta de mismo posteriormente y una foto oficial.
En su discurso de victoria en Chicago Obama había manifestado su voluntad de reunirse con Romney.
El enfoque de la discusión fue «el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, y la importancia de mantener ese puesto de liderazgo en el futuro», aseguró la residencia oficial.
Ambos «se comprometieron a mantenerse en contacto, particularmente si surgen oportunidades en el futuro para trabajar juntos en intereses compartidos», dijo un comunicado de la Casa Blanca.
«Hay aspectos de la carrera de Romney como gobernador que podrían ser muy útiles», declaró el presidente el 14 de noviembre. «Romney realizó un trabajo excepcional», agregó.
El republicano, sin embargo, se mostró menos conciliador tras su amplia derrota. Durante una conferencia telefónica, Romney acusó a Obama de haber ganado gracias a los «regalos» que ofreció a cierto tipo de electores, en especial negros, hispanos y jóvenes.
La llegada de Romney a la Casa Blanca este jueves estuvo marcada por un incidente, cuando un hombre la emprendió contra el convoy del exgobernador de Massachusetts, según la policía que protege la residencia presidencial, que no pudo precisar los móviles de la agresión.