Carlos Mattos fue condenado a nueve años de prisión

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El empresario Carlos Mattos fue condenado a nueve años, cinco meses y 10 días de prisión por los delitos de cohecho por dar u ofrecer y daño informático en un caso que le siguen porque sobornó funcionarios para acelerar un proceso judicial en su contra para verse beneficiado.

La condena, dictada hoy por un juez penal del circuito de Bogotá, llega luego de que Mattos aceptara voluntariamente los cargos antes de que iniciara el juicio.

El empresario también deberá pagar una multa por 701 salarios mínimos mensuales legales vigentes para la época de los hechos y quedó inhabilitado para ejercer funciones públicas por 96 meses, según la Fiscalía.

El caso de Mattos

La Fiscalía acusó a Mattos de sobornar a funcionarios judiciales e ingenieros, que le ayudaron a acelerar el curso de una demanda en la que estaba implicado y lograr así que esta llegara al despacho del juez Reinaldo Huertas que fallaría a su favor.

Los hechos se remontan a 2015, cuando la compañía Hyundai Motor Company decidió quitar a la empresa de Mattos, Hyundai Colombia, la representación de la marca en el país.

El proceso en su contra se inició a raíz de que el empresario demandara en Colombia a Hyundai con el objeto de que se le reparara por los daños ocasionados por haberle retirado la representación de la marca.

Dos meses después de presentar la demanda, elaborada por un exmagistrado de la Sala Civil de la Corte Suprema, el juez Huertas falló a favor de Mattos, con lo cual se impidió a la multinacional la comercialización de sus vehículos con una compañía diferente a la del ahora reclamado.

Justamente Mattos fue extraditado en noviembre pasado desde España para comparecer en este proceso y en marzo de este año estuvo involucrado en una polémica porque salía irregularmente de la cárcel de La Picota de Bogotá, donde esperaba condena, para acudir a trabajar a su oficina.

Mattos salía de la cárcel en los coches del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) por supuestos motivos de salud, aunque el testimonio gráfico publicado por Noticias Caracol da cuenta de que no tenía seguimiento de las autoridades penitenciarias, por lo que tras abandonar la clínica se dirigía a su oficina para mantener reuniones.

Uno de sus abogados, Iván Cancino, confirmó estas reuniones, alegando que en el centro penitenciario «las visitas no son tan fáciles como antes de la pandemia».

Mattos les informaba de cuándo y dónde iba a salir para poder concertar los encuentros.

Actualmente, el empresario está preso en la cárcel de Cómbita, en Boyacá (centro), a donde fue trasladado tras las denuncias que se conocieron por sus salidas irregulares de la cárcel. EFE

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