Campaña sin propuestas

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Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 05 febrero,2022_RAM_ El domingo 13 de marzo Colombia celebra sus elecciones legislativas y fuera de eso las consultas que definirán quién va a ser su candidato presidencial que aspire a reemplazar al actual mandatario Iván Duque Márquez.

Un país totalmente polarizado es el que espera que las cosas cambien, pero a la hora de la verdad no se ha visto que ninguno de los candidatos tenga propuestas concretas, sino que se han dado a formar coaliciones y a pelear internamente para ver quién es el que puede quedar adelante y que pueda lograr la gran mayoría de votos para lograr el triunfo en el comicio electoral.

Se han escuchado pronunciamientos de uno, de otro y de otro dirigente político que no ha dicho nada de nada sino que ha mostrado su avaricia y su deseo para mantenerse en el poder.

El Centro Democrático que se esperaba que estuviera totalmente unido para estos comicios se ve que tiene muchos altibajos y muchos inconvenientes dentro de ellos mismos, a pesar que el jefe de la batuta, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, haya tratado de mantener a sus muchachos en orden pero es más fácil manejar un grupo de estudiantes que llegaron a transición que a quienes esperan llegar a ocupar un cargo en los próximos años en el Congreso de la República y quién dice que no, también en la Presidencia.

En las coaliciones han habido subidas y bajadas y encontramos precisamente cómo en este momento la llegada de Ingrid Betancourt a Colombia ha hecho que las cosas se pongan patas arriba y decía algo muy interesante hoy una caricatura y es que Ingrid Betancourt no quiere vivir en el país pero si quiere vivir en el Palacio de Nariño.

Qué pena mirar que solo son los intereses personales los que se tienen en cuenta y no se piensa en la ciudadanía que son aquellos que hacen los esfuerzos para poner los votos con la esperanza de que las cosas cambien en el país.

Leyendo las informaciones que llegan del Gobierno nos damos cuenta que estamos viviendo en el país de Alicia, de las Maravillas, y que aquí en este país No pasa nada, que las cosas están perfectas y que no es cierto lo que dicen algunos organismos internacionales sobre la economía y en cuanto a la falta de comida que se ve en cada uno de los rincones del país.

El gobierno del presidente Duque le ha dado por contradecirse en una y en otra cosa y eso lo vemos cada día, lo que está sucediendo con las declaraciones que da la vicepresidenta canciller Marta Lucía Ramírez que son contradictorias, a lo que después opina el Presidente de los colombianos que cree que es el único que tiene la última palabra y de verdad qué es el único que la tiene porque es el que está al frente del mando.

A pesar de que se lucha por tener fe, por confiar que las cosas van a cambiar, la mayor parte del pueblo solo se ha dedicado contra viento y marea y enfrentando la pandemia como dicen en este momento, a buscar trabajo, a solucionar los problemas personales y de sus familias y no piensan en nada de política sino en que simplemente lo dejan seguir adelante.

La pandemia dejó a más personas en la pobreza que en los últimos años, las ayudas fueron para algunos que no tenían mucha necesidad y quienes si de verdad tenían necesidad No recibieron ni un peso del mandato que ha anunciado que es el que está trabajando por la gente en los últimos años.

No es por nada que el gobierno Duque no tenga la mayor aceptación de los colombianos, la mayoría de los colombianos calla pero no le cree lo que dice el Gobierno y es más, hay algo que se está volviendo común en la ciudadanía corriente y es interpretar al revés lo que dice el Presidente: cuando dice que no va a haber impuestos es porque hay impuestos, si dice que no va a haber cambios es porque hay cambios y así con muchas cosas ha perdido mucha credibilidad.

La vida política de Iván Duque Márquez está en juego y está en juego para lo que falta de su administración, puede mejorar los índices de aceptación pero si es claro, si hace las cosas como debe ser y si no está pensando en que también debe tener a quienes lo representen próximamente en los mandatos de Colombia tanto en el Congreso como en el poder ejecutivo.

No estoy diciendo que estemos mal, mal, mal y mal, haría mal decirlo, porque los colombianos hemos demostrado la valentía y el coraje para salir de situaciones bastante difíciles y sabemos que por el mismo valor que tiene cada una de las personas que trabajan en el campo o en oficios varios se va lograr que Colombia salga adelante, pero si estamos esperando que sea por la vía política hay todavía que esperar mucho, porque los intereses personales se imponen a lo que quiere el pueblo, que es trabajar sin tener tanta traba y sin tener tanto perjuicio como el que hay en este momento.

Se habla del peligro en las elecciones legislativas y de presidencia y en eso tienen mucha razón, porque se le dio la oportunidad a los grupos alzados en armas que tomarán fuerza, que se apoderaran de los territorios que habían dejado las que se acogieron al Proceso de Paz y dejaron también que los maleantes común y corriente se tomarán las calles de ciudades, pueblos y regiones, en dónde se está viviendo una total zozobra y en donde el Gobierno por medio de las autoridades principalmente de la Policía y de la Fiscalía habla simplemente de investigaciones exhaustivas.

Cómo sería de bueno que los candidatos al Congreso y a la Presidencia de la República se tomarán en serio esta recta final y se dedicaran en vez de tanto blablablá a hacer y a presentar propuestas que le sirvan al pueblo para poder lograr ese progreso que se quiere de Colombia porque se habla mucho de que se está activando la economía, pero no se ve por ninguna parte porque parece que los beneficiados son algunos y los otros están quedando sin nada.

En Colombia muchas veces nos interesa más lo que hace la Selección Colombia que lo que está sucediendo en los campos, en donde la comida está escaseando, en donde los campesinos no tienen a quién venderle la comida y dónde comienza a sentirse que el hambre y las necesidades se apoderan de cada una de las regiones así el gobierno diga lo contrario.

Podemos ver una cosa, el gobierno Duque se ha dedicado a contradecir a todo el mundo y por eso es que muchas veces las relaciones no se ven bien, porque de verdad en la parte diplomática Colombia anda muy mal, no tiene gente que haga las cosas como se deben de hacer y que no se investiga antes de hablar y evitar meter la pata, como lo han hecho en varias oportunidades para luego tener que salir a rectificar.

Cuando a uno le dicen que las cosas están mal, le están haciendo un favor porque le están dando una alerta, para que piense que es lo que está haciendo regular o mal y lo pueda corregir, pero si somos orgullosos, no vamos a lograr jamás corregir las cosas y las cosas en vez de mejorar se van a empeorar día tras día.

Esperemos que los colombianos sepamos elegir bien en los comicios de marzo y mayo y que no siga este dolor de cabeza como el que estamos sufriendo en este momento, como consecuencia de elegir mal, tanto a los Senadores y Representantes como al propio Presidente de la República.

Hay que hacer una campaña limpia, sin odios y opinar sin denigrar de la gente y principalmente no pensando en la forma única derrotar a Petro, que es el que se ve como enemigo de toda la sociedad colombiana, sabiendo que dentro de los candidatos también hay muchos que no servirían para gobernar al país.

Me preguntaron que si estaba listo por quién iba a votar a la Presidencia de la República y mi respuesta es que en este momento no sé por quién votar ni al Congreso ni a la Presidencia de la República porque hasta el momento, a mí por lo menos, no me ha convencido nadie y si esto piensa el resto de colombianos mejor apaguemos y vámonos.

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