BOGOTA, 17 de Noviembre _RAM_. Tanto el presidente Juan Manuel Santos, como la canciller María Ángela Holguín, han coincidido que el Gobierno Nacional espera el fallo confiando en que la CIJ reconocerá la soberanía de Colombia la soberanía de San Andrés, Providencia, santa Catalina y los cayos circundantes, además definirá la frontera marítima en el Caribe entre Colombia y Nicaragua.
Colombia se encuentra a la espera del fallo que este lunes a las 9:00 de la mañana será leído en el tribunal de Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, y el cuál definirá la frontera marítima en el Caribe entre Colombia y Nicaragua, además de la soberanía de San Andrés, Providencia, santa Catalina y los cayos circundantes.
El pasado jueves, el presidente Santos declaró que, “Colombia y el Gobierno colombiano está muy tranquilo, porque tenemos la seguridad y la tranquilidad de que ha actuado en forma correcta, se ha hecho todo lo que se ha debido hacer”.
El Jefe de Estado en una rueda de prensa durante la Visita de Estado que adelantó en Portugal, subrayó que Colombia “ha hecho una defensa impecable, con los mejores abogados, y por eso estamos totalmente tranquilos, porque sabemos que se ha hecho lo correcto y se ha actuado de la mejor forma posible”.
Santos indicó que cualquier delimitación marítima, que se debe hacer, “esperamos que sea al occidente de San Andrés y no al oriente, como quiere Nicaragua”.
Por su parte, la canciller Holguín, declaró hace unos días que su gobierno espera el fallo confiando en que la CIJ reconocerá la soberanía de Colombia sobre los cayos, y que se trazará la línea de delimitación marítima al occidente del archipiélago, entre las islas colombianas y las islas nicaragüenses.
El Gobierno se declaró «muy optimista» en la víspera de la lectura del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el litigio con Nicaragua, dijo la embajadora del país ante ese tribunal, Sonia Pereira.
En declaraciones divulgadas por la Cancillería colombiana, Pereira señaló que el equipo de defensa espera «que la corte ratifique la soberanía de Colombia sobre todos los cayos que componen el archipiélago de San Andrés», que son siete.
Asimismo, se manifestó segura en que el tribunal de La Haya «fije la línea de delimitación marítima entre el archipiélago y la costa de Nicaragua, es decir, al occidente del archipiélago y no al oriente como lo está solicitando Nicaragua».
«Estamos muy confiados que la Corte rechazará la pretensión de Nicaragua de encerrar con un enclave al archipiélago y fijar la línea al oriente del mismo», señaló.
Pereira recordó además que la misma CIJ reconoció en 2007 la soberanía colombiana sobre las tres principales islas del archipiélago, -San Andrés, Providencia y Santa Catalina-, las cuales había reclamado Nicaragua en 2001.
«Colombia ha demostrado con títulos históricos y jurídicos y con evidencias el ejercicio de soberanía durante 200 años sobre todos los componentes del archipiélago. Así que estamos seguros que la Corte nos va a confirmar esos derechos, esa soberanía», agregó.
La embajadora explicó que la delegación colombiana que comparecerá a la audiencia de lectura del fallo está presidida por el embajador Julio Londoño Paredes, quien es el agente del caso ante la CIJ.
Le acompañarán el excanciller Guillermo Fernández de Soto, quien también fue agente; el consejero para la Seguridad Francisco Lloreda, el asesor para la Cancillería Andelfo García y el resto de integrantes del equipo de ese ministerio.
«También nos acompañarán por supuesto los abogados internacionales que son quienes han litigado en este proceso como el profesor James Crawfort, Rodman Boundy y Marcelo Cohen», y el único colombiano que ha trabajado durante 17 años en la corte, el doctor Eduardo Valencia.
Las delegaciones de Colombia y Nicaragua se reunirán este lunes a las 9 de la mañana en un salón de las dependencias del tribunal cercanas al histórico Palacio de la Paz para escuchar, durante un máximo de dos horas, el repaso de los antecedentes del caso, los alegatos de las partes y el fallo final.
La resolución de la CIJ, que es inapelable, pondrá un punto y aparte de una controversia jurídica de once años pero que diplomática y políticamente se remonta a 1980, cuando Nicaragua dio por inválido el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928/1930.
En ese tratado, los dos países firmaron un acuerdo que establecía el Meridiano 82° como frontera marítima entre Nicaragua y Colombia, cuyas costas están separadas por una distancia aproximada de 400 millas.
Nicaragua aseguró durante las audiencias públicas que no puede reconocer la validez de ese documento porque cuando se firmó el país estaba ocupado por Estados Unidos.
La reclamación
Nicaragua solicitó a la CIJ fijar como límite marítimo una línea media entre sus costas continentales y las de Colombia. La nación centroamericana también pidió que se le reconozca derechos sobre una plataforma continental extendida, y que las islas y cayos queden con un mar territorial de 12 y 3 millas, respectivamente.
Colombia, por su parte, pidió al tribunal que la delimitación marítima sea entre el archipiélago de San Andrés y la costa e islas de Nicaragua. Lo que más preocupa a Colombia es el de la plataforma continental que Nicaragua exige, pues cerca de 90 mil kilómetros cuadrados de dominio marítimo están en juego.
La delegación colombiana pidió en la defensa, a finales de mayo de 2012, redefinir la actual frontera situada en meridiano 82, la CIJ de decante por trazar una “línea media” que divida las aguas entre Nicaragua y Colombia a partir la costa de las islas más occidentales de San Andrés y no de la costa de colombiana, como pretende Managua.
Además de sobre la delimitación marítima entre los dos países, la CIJ también tendrá que pronunciarse sobre la soberanía de los cayos Albuquerque, Este Sudeste, Roncador, Serrana, Quitasueño, Serranía y Bajo Sueño, que tanto Bogotá como Managua reclaman para sí.
En 2007, la CIJ emitió una sentencia internacional declarando plenamente válido y vigente el Tratado denominado “Esguerra-Bárcenas” de 1928, y reconoció la soberanía de Colombia sobre un conjunto de islas y cayos (archipiélagos San Andrés, Providencia y Santa Catalina).
Sin embargo, cuando los dos Estados suscribieron el Acta de Canje del Tratado de 1928 mencionaron al meridiano 82 como línea de referencia territorial para aclarar qué islas eran colombianas y cuáles eran nicaragüenses. La propia Corte señaló en su sentencia de 2007 que efectivamente dicho meridiano no era la frontera marítima y que tenía competencia para trazarla.
La decisión de la CIJ en este caso tendrá gran importancia internacional, ya que los criterios que adopte para la delimitación marítima en medio de tantas islas y cayos servirán de referente jurisprudencial para casos futuros.
En todas las causas en las que la CIJ ha tenido que emitir sentencias sobre delimitación marítima se ha podido advertir una tendencia a los “fallos salomónicos”; y el caso Nicaragua vs. Colombia podría ser uno más.
La lectura del fallo
La Corte Internacional de Justiciainiciará la diligencia el lunes 19 de noviembre a las 9:00 am hora de Colombia, donde se dará a conocerr el segundo y último fallo sobre la demanda de Nicaragua contra Colombia.
De acuerdo con la Cancillería colombiana, el proceso se realizará durante una sesión de los jueces de la Corte con la presencia de las dos partes del pleito para leerles el fallo.
Este contiene las decisiones acerca de los dos aspectos sobre los que debe pronunciarse, que son: el límite marítimo entre los dos países y cuáles cayos hacen parte del Archipiélago de San Andrés.
El presidente de la Corte, el juez Peter Tomka, comenzará la lectura del texto en inglés o francés, los dos idiomas oficiales de la Corte. Se leerán primero los considerandos o antecedentes del caso y se resumirán los alegatos de las partes durante el proceso.
Luego se llega a la parte resolutiva, momento en el cual se conocerá el nuevo límite marítimo con Nicaragua o Colombia.
A raíz de la remodelación del habitual salón donde se surten las audiencias de la Corte, la sesión ocurrirá en un edificio moderno anexo al tradicional “Palacio de la Paz”, como se le conoce al histórico edificio de la Corte.
La sesión podrá durar entre 90 y 120 minutos. Será transmitida vía internet por los servicios informativos de la Corte. Cualquier persona podrá seguirlo en internet. Desde su computador podrá ingresar ahttp://webtv.un.org/meetings-events/.