El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, prometió este sábado en la isla de San Andrés que el Estado diseñará políticas con enfoque diferencial hacia ese archipiélago, que está pendiente del fallo que la Corte Internacional de Justicia de La Haya leerá el próximo lunes sobre sus límites marítimos.
«El Estado colombiano tiene que mirar con rostro humano y con otro corazón y otra visión a la población de San Andrés», consideró Garzón, quien desde ayer se encuentra en la isla caribeña al frente de un coloquio con las autoridades locales.
El vicepresidente escuchó los reclamos y necesidades de la población raizal, que es el grupo étnico del archipiélago que aspira a tener autonomía territorial y sin injerencias, después de tantos siglos vinculados a distintos países.
Tras considerarlos «válidos», se comprometió a elevar estas demandas ante el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y al Congreso, porque admitió que en muchas ocasiones en Bogotá se desconoce lo que sucede en las regiones.
«Habrá que coger el fallo y volverlo un hecho positivo, una oportunidad para los pueblos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina», propuso el vicepresidente sobre la sentencia inapelable que el lunes leerán los magistrados de la CIJ.
En este fallo se pronunciarán sobre el límite marÍtimo entre Colombia y Nicaragua y determinarán qué cayos hacen parte del archipiélago, pues desde 2007 la corte confirmó la soberanÍa colombiana sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Nicaragua reclama los cayos y pide que la frontera marítima quede al este de San Andrés, mientras que Colombia pide que se confirme su soberanía sobre esas islas rasas y que el límite se fije al oeste del archipiélago, muy cerca del Meridiano 82.
Los cayos en discusión son los de Roncador, Serrana, Serranilla, Bajonuevo, Alburquerque, Cayo Este-Sudeste y Quitasueño, del que Nicaragua alega que no es tierra emergida, tesis que, de ser aceptada por la CIJ, implicará para Colombia la pérdida de más mar, mientras la tesis colombiana es que sí está sobre el nivel del mar.
Tanto el equipo defensor de Nicaragua como el de Colombia se han manifestado seguros de que el fallo de La Haya beneficiará su tesis.