GAZA/JERUSALEN (Reuters) – Los ministros israelíes autorizaron tarde el viernes la movilización de 75.000 reservistas, preparando el terreno para una posible invasión a Gaza después de que milicianos palestinos lanzaran un cohete a Jerusalén por primera vez en décadas y dispararan contra Tel Aviv por segundo día seguido.
Los ataques con cohetes fueron un desafío a la ofensiva de Israel en Gaza y se produjeron horas después de que el primer ministro egipcio, denunciando lo que calificó como una agresión del Estado judío, visitara la Franja de Gaza y dijera que su país estaba dispuesto a mediar en el conflicto.
Las fuerzas armadas israelíes anunciaron el cierre hasta nuevo aviso de una autopista y dos carreteras que llevan o limitan al enclave al tráfico civil.
El viernes podían verse tanques y artillería pesada cerca de la frontera, y el Ejército dijo que ya ha llamado a 16.000 reservistas al servicio activo.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, reunió a sus ministros en Tel Aviv tras los ataques de cohetes para decidir sobre una ampliación de la campaña en Gaza.
Fuentes políticas dijeron que se pidió a los ministros que aprobaran la movilización de hasta 75.000 reservistas, en lo que podría ser un preparativo para una operación en tierra. La medida no significa que necesariamente todos los reservistas serán llamados a servicio.
Horas antes, el primer ministro egipcio, Hisham Kandil, llegó a Gaza para expresar su solidaridad con el pueblo palestino y dijo que El Cairo estaba listo para mediar una tregua.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló el viernes con Netanyahu y con el presidente egipcio, Mohamed Mursi, informó la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense elogió los esfuerzos de Egipto por ayudar a calmar la violencia en Gaza durante una conversación telefónica con Mursi y remarcó su esperanza de restaurar la estabilidad.
Por otra parte, Obama discutió con Netanyahu opciones para bajar los niveles de tensión y «reiteró el apoyo estadounidense al derecho de Israel de defenderse y expresó pesar por la pérdida de vidas de civiles israelíes y palestinos», según un comunicado sobre la conversación entre ambos.
Israel comenzó los bombardeos a Gaza el miércoles, en un ataque que dejó muerto al jefe militar de Hamas. Dice que su campaña es en respuesta a los misiles que el grupo palestino lanzó a su territorio. Hamas redobló los lanzamientos de cohetes en respuesta.
MAS COHETES
La policía israelí dijo el viernes que un cohete lanzado desde Gaza cayó en la zona de Jerusalén, fuera de la ciudad.
Este fue el primer cohete lanzado por palestinos que impacta cerca de la Ciudad Sagrada desde 1970.
Cohetes lanzados desde Gaza estuvieron cerca de golpear Tel Aviv por primera vez desde la Guerra del Golfo en 1991. Las sirenas antiaéreas sonaron el viernes cuando el centro comercial se vio amenazado de nuevo. Los conductores se protegieron junto a sus coches, muchos con las manos sobre la cabeza, mientras los peatones buscaban refugio en las escaleras de los edificios.
Hasta ahora, los ataques a Jerusalén y Tel Aviv no han dejado daños ni víctimas, pero podría ser un veneno político para Netanyahu, favorito para ganar la reelección en enero debido a su capacidad para garantizar la seguridad.
«Las fuerzas de Defensa de Israel seguirán atacando a Hamas y están listas para extender las acciones dentro de Gaza», dijo Netanyahu antes de los ataques con cohetes a las dos ciudades.
Al ser consultado sobre una posible invasión de Israel a Gaza, el portavoz de Hamas Sami Abu Zuhri dijo: «Los israelíes deberían estar al tanto de los graves resultados y deberían traer sus bolsas para cuerpos».
Funcionarios en Gaza dijeron que 29 palestinos han muerto en el enclave desde que Israel comenzó su ofensiva aérea. Entre los fallecidos hay 13 milicianos y 16 civiles, incluyendo ocho niños y una mujer embarazada. Un cohete mató el jueves a tres israelíes.
Una fuente de Hamas dijo que la fuerza aérea israelí lanzó un ataque sobre la casa de un comandante de Hamas en el sur de Gaza que provocó la muerte de dos civiles, uno de ellos un niño.
La visita de Kandil, que incluyó a miembros del servicio secreto de El Cairo, «es el inicio de un proceso para explorar la posibilidad de alcanzar una tregua. Es demasiado temprano para dar detalles sobre cómo podrían evolucionar las cosas».
«Egipto no escatimará esfuerzos (…) para detener la agresión y lograr una tregua», dijo Kandil.
La llegada de Kandil, cuyo Gobierno islamista está aliado con Hamas pero también defiende el acuerdo de paz de 1979 con Israel, pareció abrir una diminuta ventana para una diplomacia de paz de emergencia.
Pero la tregua de tres horas declarada por Israel por la visita de Kandil no duró. El Estado judío dijo que 66 cohetes se lanzaron desde Gaza a su territorio el viernes, y otros 99 fueron interceptados por su sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
El Ejército israelí negó categóricamente haber llevado a cabo ningún ataque desde que Kandil ingresó a Gaza, y acusó a Hamas de violar el acuerdo de tres horas.
«Aún cuando han caído en Israel unos 50 cohetes en las últimas dos horas, elegimos no atacar Gaza debido a la visita del primer ministro egipcio. Hamas está mintiendo e informando de otra manera», indicó un mensaje del Ejército vía Twitter.
Kandil dejó Gaza luego de reunirse con el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, primer ministro del enclave.
MOVIMIENTOS DE TROPAS
El corresponsal de asuntos militares de Radio Israel dijo que el Mando de Retaguardia había indicado a los ayuntamientos que hagan preparativos de defensa civil para la posibilidad de que los combates se extiendan durante siete semanas. Una portavoz militar declinó hacer comentarios sobre la cuestión.
La confrontación en Gaza ha avivado las llamas de la guerra en Oriente Medio, en medio de las revoluciones de la llamada Primavera Arabe y la guerra civil en Siria que amenaza con propagarse por la región.
También es la mayor prueba que afronta el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, un veterano político islamista de los Hermanos Musulmanes elegido este año después de que las protestas del 2011 derrocaran al líder Hosni Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes son los mentores espirituales de Hamas, pero Mursi ha prometido respetar el tratado de paz con Israel, que Occidente considera la base de la seguridad regional. Ambos estados reciben miles de millones de dólares en ayuda militar estadounidense para salvaguardar el tratado.
Estados Unidos ha pedido a los países que tienen contacto con Hamas que insten al grupo islamista a detener sus recientes ataques desde Gaza, afirmó un asesor en la Casa Blanca.
«Hemos instado a aquellos que tienen un grado de influencia con Hamas, como Turquía y Egipto y algunos socios europeos, a usar esa influencia para exhortar a Hamas a revocar su escalada», declaró Ben Rhodes, viceasesor de seguridad interna, en una teleconferencia con periodistas.
Hamas se resiste a reconocer el derecho de Israel a existir. En cambio, Mahmoud Abbas, que gobierna en la cercana Cisjordania, reconoce a Israel, aunque las conversaciones de paz entre ambas partes están paralizadas desde el 2010.
Los combatientes de Hamas no están a la altura del Ejército israelí. La última guerra en la zona, una desbalanceada campaña de tres semanas de bombardeos y una invasión por tierra de Israel en el período entre Navidad y Año Nuevo de 2008-2009, mató a más de 1.400 palestinos, la mayoría civiles, y a 13 israelíes.