La Asamblea General de la ONU aprobó el ingreso de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos, en representación de América Latina, en una votación en la que también resultaron elegidos Argentina y Brasil, en reemplazo de Cuba, México y Uruguay.
El país caribeño resultó elegido en una votación directa y secreta por una mayoría absoluta de 154 votos, junto a otros 17 países: Alemania, Argentina, Brasil, Corea, Costa de Marfil, Emiratos Árabes, Estonia, Etiopía, Gabón, Irlanda, Japón, Kazajistán, Kenia, Montenegro, Pakistán, Sierra Leona y Estados Unidos.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Jorge Valero, afirmó tras la votación que su país agradece el «abrumador» apoyo a la revolución bolivariana, una victoria «sin precedentes» del Gobierno de Hugo Chávez ante lo que definió como una campaña orquestada por «países extranjeros» para evitar su ingreso en el Consejo que se formalizará el 1º de enero próximo.
El funcionario salió así al cruce de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Fundation o UN Watch que consideran que Venezuela no cumple los requisitos para poder formar parte de una entidad que vela por la protección de los derechos universales.
En la votación del pleno de la Asamblea General hubo tres abstenciones y un voto inválido. Venezuela obtuvo 154 votos, Argentina sumó 176 apoyos y Brasil el respaldo de 184 naciones (la mayoría absoluta se ubicaba en 93).
Japón, Corea del Sur, Emiratos Árabes, Kazajistán y Pakistán entrarán por el bloque asiático en sustitución de Arabia Saudita, Bangladesh, China, Jordania y Kirguizistán.
Por África, Costa de Marfil, Etiopía, Gabón, Kenia y Sierra Leona entran ahora en el Consejo de Derechos Humanos en sustitución de Camerún, Yibuti, Mauritania, Mauricio y Nigeria, mientras que por el bloque de Europa del Este, Estonia y Montenegro sucederán a Hungría y Rusia.
Por el bloque de países occidentales, los Estados Unidos consiguieron mantener el asiento que ocupaban en el Consejo de Derechos Humanos, mientras que Bélgica y Noruega serán sustituidas por Alemania e Irlanda, en una votación en la que quedaron fuera Grecia y Suecia.