SANTA ROSA DE OSOS, Colombia (AP) — Las autoridades ofrecieron el jueves una recompensa de 27.500 dólares a quienes ofrezcan información que permita ubicar a los autores intelectuales y materiales de una matanza perpetrada en el noroeste de Colombia en la que fueron masacrados 10 campesinos.
El homicidio colectivo, que en principio las autoridades atribuyeron a la banda narcoparamilitar conocida como «Los Rastrojos», fue perpetrado el miércoles hacia las seis de la tarde (2300 GMT) en una finca del municipio de Santa Rosa de Osos, departamento de Antioquia, a unos 275 kilómetros al noroeste de Bogotá, dijo telefónicamente a The Associated Press Santiago Londoño, secretario de gobierno de Antioquia.
Es la primera vez en mucho tiempo que en Colombia se registra una masacre de esta envergadura y con tan alto número de víctimas. Una matanza similar fue perpetrada en agosto de 2009 en el puerto de Tumaco, departamento de Nariño, en el suroeste del país, cuando hombres armados dieron muerte a 12 indígenas de la comunidad awá.
En Santa Rosa de Osos «llegan tres sujetos ayer (miércoles) aproximadamente a las seis de la tarde cuando ya los trabajadores terminaban la jornada, los reúnen a todos en una parte de la finca La España… y les preguntan si ellos pagan ‘vacuna’ (o extorsión)», explicó vía telefónica a la AP el general de la policía José David Guzmán, uno de los comandantes de la institución en Antioquia.
Agregó que «uno de los trabajadores, que al parecer era el capataz, les dice que no tiene conocimiento (de si pagan o no extorsión). Eso fue lo único que les dijeron. Les dispararon indiscriminadamente y asesinaron a nueve hombres y a una mujer; hay otro trabajador herido de sexo masculino».
Luego de que los tres homicidas «asesinaron con tiros de fusil y pistola en diferentes partes del cuerpo (a las víctimas), les lanzaron una granada», añadió Guzmán, quien además dijo no saber si los sicarios llegaron a la finca a pie o en auto.
Los asesinos, advirtió el alto oficial, aparecieron «sorpresivamente porque uno de los sobrevivientes dijo que los vieron cuando ya estaban en la finca. Los campesinos asesinados son unos trabajadores o campesinos que estaban recogiendo un fruto que se llama tomate de árbol».
Guzmán sostuvo que las autoridades están ofreciendo una recompensa de 50 millones de pesos (unos 27.500 dólares) para quienes entreguen información que permita dar con el paradero de los homicidas.
«Este es un caso que a nosotros mismos nos tiene asombrados por la barbarie, bestialidad y brutalidad como asesinaron a unas personas completamente inocentes», enfatizó.
Según Guzmán, la primera hipótesis respecto de la autoría de la masacre apunta a «Los Rastrojos», una banda criminal que surgió de la fusión de narcotraficantes y grupos paramilitares.
«Tenemos varias hipótesis (sobre los móviles de la masacre) pero todavía no podemos aventurarnos. En esta zona hay presencia de la banda criminal de ‘Los Rastrojos’ y la semana pasada hubo capturas importantes de algunos de sus jefes», agregó Londoño.
Un fotógrafo de la AP constató que los 10 cadáveres fueron sacados de la finca y llevados a una morgue de Santa Rosa de Osos. «En este momento –dijo– la finca La España quedó completamente sola… En la casa de la finca había sangre por todas partes».
En tanto, el alcalde de Santa Rosa de Osos, Francisco Jair Lopera, comentó telefónicamente que lo sucedido en su municipio «es una vergüenza nacional».
Lopera dijo que, al parecer, el dueño de la finca estaba siendo víctima de extorsión a cambio de permitirle trabajar. «También extorsionan a pequeños campesinos productores de leche y gente que tiene tomateras en pequeña escala», sostuvo.
Los 10 muertos, dijo el alcalde, son personas con edades de entre 30 y 40 años. El hombre herido está fuera de peligro, agregó.
Según el burgomaestre, con la comunidad se está coordinando para un eventual sepelio colectivo de las 10 víctimas encabezado por el obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa.
En un comunicado publicado en la página en Internet, el prelado Ossa dijo que la Iglesia Católica «rechaza y lamenta el vil e inhumano hecho en que fueron asesinados un grupo de personas campesinas trabajadoras e indefensas de nuestra Diócesis, después de concluir sus labores diarias».
El religioso deploró «el lamentable deterioro moral, degradación de los principios y crisis humana por la que atraviesa nuestro país y particularmente nuestra región, en la que no se respeta la honra, los bienes, ni la Vida de las personas y se quiere imponer el régimen dela intimidación y de la muerte».
El de Santa Rosas de Osos «es el típico acto de barbarie que no puede tener explicación y que merece toda nuestra atención y toda nuestra decisión, y allá estaremos», dijo a la emisora local Blu Radio el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.