Washington, 7 nov (PL) La reelección del presidente de Estados Unidos, Barack Obana, provocó hoy un marcado derrumbe de los principales indicadores globales en Wall Street, por los temores generalizados a una crisis presupuestaria y una nueva recesión.
La victoria de los demócratas desencadenó nuevas tensiones por los peligros del anunciado abismo fiscal, como se define la entrada en vigor a partir del 2 de enero de 2013 de grandes reducciones del gasto público y sustanciales aumentos fiscales.
El Dow Jones de Industriales, que agrupa a 30 de las mayores empresas cotizadas de EE.UU, cedió 2,37 por ciento hasta perder el nivel de los 13 mil puntos, con lo que se deshacía de esa simbólica barrera por primera vez desde principios de agosto.
También cayeron las acciones en los sectores de defensa, cuidado de la salud y bancario, en particular fue marcada la baja en el de energía ante la posibilidad de que se le apliquen más regulaciones a las compañías.
Se sumaron a esta jornada de desplomes bursátiles las más importantes firmas: Bank of America, Morgan Stanley, JPMorgan, Citigroup y Goldman Sach.
Al desplome de la bolsa neoyorkina también contribuyó los renovada desconfianza por la crisis en Europa, considerada un mercado clave para muchas empresas estadounidense.
En el viejo continente los mercados tampoco aplaudieron el triunfo de Obama, afectadas también por los negativos datos sobre su economía y de la Eurozona, divulgados por el Ejecutivo comunitario.
Esas plazas en su conjunto perdieron este miércoles cerca de 100 mil millones de euros.
También la cotización del petróleo en Nueva York mostró una marcada tendencia a la baja, al perder 4,17 dólares y ubicarse en los 85 dólares el barril, mientras el Brent cerró con 4,25 dólares menos, a 106,82 dólares.
Entre tanto, el dólar subió a máximos en dos meses contra las principales monedas y el euro sufrió una fuerte devaluación.
Expertos y analistas consideraron al cierre de las operaciones que los inversores reconocieron durante la jornada que la reelección de Obama no cambia nada en Estados Unidos.