Bogotá, 1 nov .- Blanca Nubia Monroy y Lucero Carmoney, madres de jóvenes víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Colombia e integrantes del colectivo Madres de Soacha, exigieron hoy justicia en el «Uy, Festival!» o Festival del Miedo de Bogotá, que desde el martes rinde homenaje a los afectados por la violencia.
«Nosotras le vamos a mostrar a Uribe y a Santos que nuestros hijos no eran guerrilleros, que eran jóvenes llenos de ilusión», afirmó Monroy al referirse al expresidente Álvaro Uribe y al actual mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, quien era ministro de Defensa cuando en 2008 se descubrió el escándalo.
«La ilusión de nosotras es ver a los asesinos de nuestros hijos tras unas rejas, no en un cuartel disfrutando y viviendo como reyes, ellos deben ir a la cárcel como cualquier delincuente», insistió Monroy.
El hijo de esta mujer es uno de los más de 2.000 casos de «falsos positivos», como se conocen en Colombia las ejecuciones extrajudiciales practicadas durante el Gobierno de Uribe (2002-2010).
Este escándalo saltó a la luz a finales de 2008 cuando se conoció que miembros de las fuerzas de seguridad del Estado habían asesinado a civiles para hacerles pasar por guerrilleros muertos en combate y ganarse el favor de sus superiores.
Esa artimaña estuvo acompañada de engaños a los jóvenes, entre ellos un deficiente mental y en su gran mayoría procedentes de familias humildes, a los que les convencieron previamente para que abandonaran sus hogares a cambio de trabajo.
La Fiscalía colombiana ha documentado más de 2.000 casos, que vinculan a cerca de 1.500 militares, aunque otras organizaciones como la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) hablan de más de 3.000 ejecuciones extrajudiciales de esta naturaleza.
Cuatro años después tan solo catorce militares han sido condenados por el asesinato de tres de estos jóvenes.
Es por eso que las Madres de Soacha, pertenecientes a la localidad con este nombre ubicada en las afueras de Bogotá y que representan a 18 familias afectadas, aprovecharon el Festival del Miedo de Bogotá para volver a reclamar justicia.
Monroy denunció que desde 2008 muchas integrantes del colectivo han tenido que abandonar Soacha por amenazas y denunció que hasta han sido despreciadas por las fuerzas de seguridad que las ha llamado «viejas lloronas».
«Hemos visto como los abogados defensores de los militares se burlaban de nosotros dilatando los procesos y diciendo que nuestros hijos eran lo peor», explicó.
«Lo único que pedimos es vivir para mirar a estos militares donde tienen que estar (en la cárcel)», manifestó Monroy, quien reclamó que el expresidente Uribe, como máximo responsable, sea «condenado por la muerte de nuestros hijos y de la cantidad de jóvenes de todo el país».
Las Madres de Soacha cerraron con sus testimonios la segunda edición del «Uy, Festival!», que comenzó el martes con el País Vasco como invitado especial y durante tres días ha congregado a víctimas de la violencia en Colombia.
En la imagen, integrantes del grupo de mujeres Madres de Soacha, participan el 23 de septiembre de 2012, en una concentración en el parque principal del barrio La Despensa, en el municipio de Soacha, Colombia, para recordar la muerte de 19 jóvenes a manos de militares hace cuatro años. EFE/Archivo