El presidente necesita ganar si quiere mantener opciones y Romney espera repetir actuación en Colorado
Todo o nada. El presidente Barack Obama debe ganar el segundo debate presidencial televisado que esta noche se celebra en la Universidad de Hofstra, en Hempstead, Nueva York. Si pierde, la carrera por la reelección se colocaría a las puertas del fracaso, a menos que ocurra un hecho extraordinario que frene a su rival, el republicano Mitt Romney. Si gana, el empate técnico se mantiene en la elección más reñida en la historia de Estados Unidos.
La última encuesta de Gallup divulgada el martes, horas antes del debate, reveló que el mandatario y el ex gobernador de Massachusetts están casi empatados en intención de voto.
Agrega que entre los votantes registrados Obama tiene el apoyo del 48 % y Romney del 46%, y que entre los votantes probables, es el republicano el que va por delante con el 49% en tanto que Obama registra el 47%. La encuesta tiene un margen de error de más menos cuatro puntos porcentuales.
En otra lectura de la muestra, la Agencia Española de Noticias (Efe) indicó que Obama y Romney llegan esta noche al segundo de sus tres debates antes de la elección con índices de aprobación muy similares, y que han cambiado poco desde mayo cuando el ex gobernador de Massachusetts se aseguró la candidatura republicana.
A mediados de septiembre ambos candidatos aparecían con un índice de aprobación del 50% de los encuestados, y ahora Obama obtiene un 51% de opinión favorable comparado con un 52% para Romney.
Nada está dicho todavía y lo más probable es que el 6 de noviembre serán los indecisos quienes determinarán si Obama es reelecto o Romney se convierte en el 45 Presidente de Estados Unidos y el primer mormón en llegar a la Casa Blanca.
El debate de Nueva York
El debate presidencial de este martes en Nueva York será como una pelea de revancha de campeonato mundial, escribió The Associated Press. Romney ganó el primero, en Denver, Colorado, cuando Obama no pudo contragolpear. El mismo mandatario dijo una semana después que había tenido “una mala noche” ante Romney.
Obama había llegado a Colorado con una ligera ventaja obtenida tras la Convención Nacional de su partido celebrada en Charlotte, Carolina del Norte. Pero en Denver perdió esa ventaja an te un Romney desconocido que se lució ante unos 60 millones de espectadores.
La oficina de campaña de Obama prometió que el presidente será más agresivo este martes. Sin embargo, en esta ocasión los candidatos y el moderador no serán los únicos en el «cuadrilátero» cuando inicie el debate de 90 minutos a las 9 de la noche, hora del este (01:00 GMT del miércoles), evento que será transmitido en vivo y con traducción simultánea por Univision.com.
A diferencia de Colorado, en el debate de Hofstra las preguntas las harán un grupo de 80 votantes indecisos seleccionados por Gallup para poner a prueba a los candidatos. El formato surgió hará 20 años y se trata de una especie de asamblea vecinal.
Gallup seleccionó al grupo entre votantes no comprometidos con ningún partido, quienes trabajarán con la moderadora Candy Crowley, de la cadena de televisión CNN, y será ella quien decida quién dentro del grupo hará una pregunta.
Crowley anticipó que ella y un pequeño equipo de asistentes tratarán de abordar un rango de preguntas tan amplio como sea posible y que nadie más conocerá las preguntas por anticipado.
Las claves
Los debates son como una especie de “golpe de suerte” y que este tipo de encuentros en dos ocasiones, en 1960 (cuando ganó John Kennedy) y en 2000 (cuando ganó George W. Bush) han alterado la contienda.
El diario español El Mundo resumió las claves del debate de esta noche en Hofstra. Dijo que Obama está obligado a ganar, que necesita la victoria para mantener las posibilidades de ganar el 6 de noviembre. Y que si pierde, las esperanzas de una reelección se irán por la borda.
Advirtió que para obtener el triunfo debe mostrarse más firme que en Colorado, pero una firmeza usada con guantes de seda “para no espantar a los votantes de los estados decisivos, que han empezado a decantarse por Romney después de su triunfo en el primer debate electoral”.
La segunda clave, indica el diario, es la conquista de Ohio y para ello deben utilizar la plataforma de Nueva York. El estado de Ohio es un territorio decisivo para Romney porque ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin ganarlo. Si Obama lo arrebata, estaría amarrando la reelección.
La tercera clave, reporta El Mundo, radica en el centrismo de Romney. Desde que obtuvo la nominación de su partido a finales de agosto en Tampa, Florida, el candidato se movió de la extrema derecha hacia el centro para conseguir los votos necesarios y disputarle a Obama la Casa Blanca. Si se mueve del lugar donde se encuentra, podría ceder el espacio mínimo necesario para que Obama lo aventaje a tres semanas de la elección, cuando casi no hay tiempo para recuperarse.
La cuarta clave es el formato. El tipo de debate de esta noche favorece a Obama, quien lleva cuatro años acostumbrado a este tipo de eventos y donde sobresale su carisma. “Pero algunos expertos apuntan que la interacción con el público es un obstáculo para desplegar la agresividad que necesita el presidente para desmontar los argumentos de su rival”, apuntó El Mundo.
La quinta clave radica en la capacidad de ambos contendientes en dibujar con claridad su visión del futuro de Estados Unidos. Quien lo consiga tiene un paso adelante. Pero para lograrlo hay que contagiar optimismo, llegar a la clase media, motivar a los indecisos y romper el empate técnico que se viene registrando desde mayo.