El Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Javier Zapata, afirmó que el debate que suscitó la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá sobre la toma del Palacio de Justicia «conduce a despertar pasiones que pueden poner en riesgo la vida e integridad física de los jueces que emitieron la decisión».
Según el magistrado Zapata, la decisión «goza de la presunción de acierto y legalidad, y debe ser acatada y respetada en aras de los principios de autonomía e independencia de la Rama Judicial».
El magistrado Leonidas Bustos, presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, calificó de «censurables» las palabras del presidente Juan Manuel Santos, en las que pidió perdón al Ejército y al expresidente Belisario Betancur por el fallo proferido por el Tribunal Superior de Bogotá, en el que se ordenaba que los militares pidieran perdón por las desapariciones ocurridas durante la retoma del Palacio de Justicia y que el exmandatario fuera investigado por la Corte Penal Internacional.
«No sé qué estaría pensando el Jefe del Estado; lo bueno es que todos los poderes concurran en que consolide el orden, la paz y la justicia (…) estas declaraciones no contribuyen a la consolidación de estos fines». afirmó Bustos.
A su tiempo, el presidente de la Sala Administrativa del Consejo de Estado Néstor Raúl Correa, señaló en La W que rechazar por parte del presidente de la República el fallo sobre el Palacio de Justicia es dar al país un mensaje que no es el correcto.
“La toma del Palacio fue de locos y la retoma también (…) ahora hay un fallo y cuestionarlo no me parece lo adecuado”, sostuvo el Magistrado, quien afirmó que el Tribunal Superior de Bogotá falló en derecho.
Correa aseguró que “puestas las cosas en contexto” hay mucha gente que tienen la sensación que hubo una agresión por parte de la guerrilla del M-19 que quedó impune.
“La vía no es cuestionar lo segundo, sino analizar lo primero (…) el M-19 cometió un error salvaje, sabía que la toma era con armas y que el Gobierno iba a actuar y no le importó”, dijo el Magistrado. Agregó que de “ahí sale todo” y que “esto está sin sanar en nuestra memoria y como país”.
Aclaró que la diferencia entre el Estado y los delincuentes y es que el Estado tiene normas que lo limitan y que éticamente está por encima de los delincuentes, para quienes el “fin justifica los medios”, para el “Estado no”.
“Ser Estado es más difícil que ser delincuente y hay que entenderlo y asumirlo, los delincuentes por naturaliza están por fuera de la ley y les importa un chorizo y el Estado no y debe comportarse”, señaló.