El presidente Iván Duque aseguró que, aunque todas las expresiones son escuchadas en el país, el paro nacional no puede seguir dejando pérdidas económicas como las registradas hasta el momento.
Durante la formalización de la creación de ‘Barrancominas’ como nuevo municipio de Guainía, el presidente Iván Duque se refirió a los efectos de la movilización nacional convocada desde el 21 de noviembre.
El jefe de estado aseguró que las manifestaciones no puedengenerar pérdidas económicas.
“Todas las expresiones ciudadanas se escuchan, pero no podemos seguir viendo más pérdidas en la economía porque si nosotros nos escuchamos y tenemos, además, una democracia vibrante y con instituciones, no puede ser que hayamos perdido un billón de pesos en ocho días”, expresó.
Agregó que los impactos negativos están golpeando con mayores consecuencias a la población menos favorecida “porque esos son los ingresos de comerciantes humildes, de familias trabajadoras y abnegadas”.
“No queremos en la sociedad que haya más pirómanos invitando a la juventud a expresarse a través de la violencia; y no queremos que los jóvenes sientan que la única forma de ser escuchados es a través de la protesta”, añadió Duque.
Asimismo, Duque insistió en que “no hay ideologización que divida a Colombia” y pidió al país que se una y rechace cualquier tipo de violencia, enfatizando en que el diálogo es la única salida.
El presidente rechazó los actos violentos contra cientos de policías por parte de “vándalos y pillos”, y agregó que “no puede ser que se incite a la violencia. A todos nos duelen los incidentes de violencia, como también lo expresé públicamente, nos dolió el caso de Dilan, porque lo que nosotros queremos es que eso no ocurra en la sociedad, ni lo uno ni lo otro”.
Finalmente, el primer mandatario aseguró que la Gran Conversación Nacional es para que todos los colombianos “puedan expresar sus propuestas, y que estas sean escuchadas constructivamente, sin imposiciones, sin exigencias, sin ultimátum, sino que todos seamos capaces de escucharnos y ponernos en los zapatos del otro».