El ministro consejero para el Diálogo Social, Luis Eduardo Garzón, anunció que para este jueves 11 de octubre está convocando una movilización con la que se busca que el país demuestre su apoyo a las negociaciones que adelantará el Gobierno con la guerrilla de las Farc.
“Esperamos que a las principales avenidas la gente salga por un tiempo determinado, ojalá sea de 12 a 1 del día y todo el mundo se vuelque para que desde las casas hasta los sitios más del campo la gente reaccione sobre un tema tan importante. No es solo un problema de una mesa de conversaciones, sino una movilización para que la gente sienta que esta es una verdadera oportunidad que se le da a la paz”, afirmó Garzón en diálogo con Colprensa.
Así mismo, el ministro Consejero afirmó que no espera que se cambien los símbolos patrios, pero propone que para ese día la bandera se use, amarilla, azul y blanca, según él, para resaltar el significado de este último color en el imaginario de las personas.
“Se debe hacer énfasis en el blanco, este no es un color incoloro, ni insaboro, es un color que ni más ni menos crea confianza, certeza. Hay que apostarle a la credibilidad en relación a la paz, es una semana donde el optimismo debe predominar sobre actos o iniciativas que estén ligadas a la violencia o la agresión o a la polarización”, afirmó el Alto Consejero.
Garzón agregó que el presidente Juan Manuel Santos está haciendo grandes esfuerzos por la paz colombiana: “el tema de restitución, que es fundamental, está demostrado no solo en el enunciado sino en las acciones, por ejemplo, esta semana la finca de Santa Paula en Córdoba, un terreno que fue despojado por los Castaño, será restituido a las víctimas
En ese sentido, el funcionario señaló que viajará el próximo miércoles junto con el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, al Tolima para instaurar una demanda por tierras despojadas por las Farc.
“Hay que generar un ambiente de optimismo y apoyo, esta es una de las últimas oportunidades que se pueden dar en Colombia para que terminemos un proceso que se parece más a Congo y Somalia que a las necesidades de América Latina, esta confrontación atrasa al país en calidad de vida, en economía e inversión. No nos podemos dar el lujo de dudar ni de titubear”, concluyó Garzón.