Un país al garete

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El Ojo del Halkón

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 08 de junio de 2019 RAM_ Un viejo sabio que era Frutoso Inés de los Santos Apóstoles Sánchez (mi abuelo), decía meses antes de morir que uno no deja de aprender y que la humanidad le da a cada momento una sorpresa, dejó este mundo terrenal faltándole dos meses para cumplir 100 años. Y agregaba, no hay nada más peligroso que al momento de partir de este mundo uno esté acompañado de un matasanos (médico), un abogado, un cura o un político.

Una vez estaba tan enojado que nos hablaba del bello arte de la política y de como el mundo estaba lleno de politiqueros y creo que la única tristeza que tenía, además de dejar a su familia, era haber dejado su país España por asuntos de la guerra y llegar al nuestro, que calificaba como tierra virgen y de promisión, en donde los políticos, o mejor, politiqueros, y la religión hacían mas esclavos a los hombres. Perdón a los hombres y de las mujeres, debería de decir hoy.

Todo lo anterior, para decirles que he quedado de una pieza con la determinación de la Corte de dar vía libre a tomar licor y al uso de estupefacientes en lugares públicos, cuando nos tienen acorraladas el narcotráfico y los vicios, en donde no hay un policía para cada ciudadano y en donde los gobernantes de turno piensan mas en otras cosas que en la inseguridad de los ciudadanos.

Ver los noticieros de televisión es la antesala de una cita con el psicólogo o el psiquiatra, porque precisamente a la hora de las comidas es cuando uno se encuentra las declaraciones de los hermanos de un psicópata contando ante toda la familia y en especial de los niños como fue el asesinato que estremeció a la ciudadanía bogotana hace unos años. Y para rematar, repiten, repiten y repiten sobre el abuso a que fue sometida una joven en Transmilenio y que según las autoridades el culpable de esto sigue suelto a pesar de ya haber sido identificado.

Yo se que hay muchas noticias buenas del país, porque a mi mesa de trabajo como periodista me llegan muy buenas noticias, pero las que mis colegas no tienen en cuenta bajo el pretexto o la directiva que estas no traen audiencia y el rating no mejora.

Vivimos en un mundo de escándalos, en donde estamos formando a una sociedad cada día mas violenta, a la que incitamos al odio y a hacer las cosas mal cada día.

Escuchar a los políticos o politiqueros, como decía mi abuelo da susto porque solo invitan a que se haga justicia y muchas veces a no respetar lo que dice la justicia, porque no están de acuerdo con los fallos al respecto.

Mas frio me quedé y les cuento que en estos días he tenido mucho frio, porque como he contado en oportunidades anteriores, llevo cerca de cuatro meses sin poder ingerir alimentos sólidos por una disfagia que padezco, me quedé frio cuando el ex presidente Andrés Pastrana sin asomo de vergüenza le dijo al ex presidente Uribe que debían de unirse para gobernar el país por los próximos treinta años y me da vergüenza que el señor Pastrana no reconozca que en medio de las nuevas generaciones se están formando personas profesionales y de grandes capacidades intelectuales y morales que pueden dirigir al país en un futuro inmediato.

Olvida el exmandatario que nadie es eterno, como lo dice Darío Gómez en su canción bandera, todos somos mortales y debemos de pensar que solo estamos de paso por este mundo terrenal y que debemos de dar paso y oportunidades a quienes vienen detrás de nosotros.

Lo de Pastrana no tiene nada de raro y de nuevo, porque a este país lo han manejado cinco o seis familias y ahora aparece la familia Uribe que espera seguir gobernando hasta que san Juan agache el dedo porque se cree que en el país no hay nadie más importante que el expresidente Uribe.

Tener mucho poder es bastante peligroso y no debemos de andar como borregos tras lo que nos digan no solo de los sectores de izquierda, sino también de la derecha en donde encontramos que son mas los intereses personales que los de la comunidad.

No entiendo al presidente Duque, a quien le deseé mucha suerte cuando apenas era candidato y le recordé la gran carga y responsabilidad que tenía para manejar un país que estaba comenzando a salir del atolladero, en donde la violencia entre nosotros mismos había dejado miles y miles de muertes inocentes en más de 50 años.

No sabía que tenía ese talante de tratar de cumplir las funciones como policía, aunque hay que recordar que es el jefe de las fuerzas armadas y de la misma Policía.

Se hace mas no tratando de meterse en tantos problemas, sino buscar soluciones y se puede estar muy equivocado cuando uno cree que es el único que tiene la razón y que los demás deben de hacer lo que uno opina.

Uno de mis colegas decía esta semana algo muy sensato, que el país estaba atravesando un momento muy difícil porque los expresidentes, quienes deben de hacer uso de su buen retiro, estaban mas metidos en la política que antes y cada quien pensando de una manera diferente solo lleva al caos que es en lo que vive actualmente el país.

El presidente Duque está en el momento exacto para hacer un alto en el camino y gobernar, como lo quiere la mayoría del país y se que tiene madera, pero es necesario que lo dejen trabajar y que no piense tanto en defender derechos personales de quienes lo rodean.

La violencia en Colombia es tal que ya se ha metido en el deporte mas popular y grande en el mundo, en el fútbol, en donde suceden cosas tan malas como atacar a una hincha porque es del equipo que acaba de ganar la contienda o de amenazar a un directivo, porque no clasificó a la final de un campeonato.

Eso de las mal llamadas barras bravas es un problema crónico y en el que tenemos la culpa todos, los directivos del fútbol por patrocinarles, los medios de comunicación por promocionarlos y la ciudadanía por quedarse callada y mostrarles que ellos son los que mandan. Hay barras seguidoras de equipos que son muy respetables y cuando estaba más joven hablé y promocioné varias de ellas y recuerdo que las barras de Millonarios y Santa Fe eran bastantes respetables, pero por cosas del destino han sido infiltradas por los malevos que han dañado la buena imagen de lo que debe de ser una barra que apoya su equipo.

Acaba de ser eliminada Colombia en el campeonato Sub 20 de Polonia y le pasó lo mismo que a Millonarios, hicieron una excelente campaña y se les olvidó jugar el último partido, olvidándose que los triunfos anteriores no servían para nada, sino lo que hicieran en esa aterradora fase de cuartos de final.

No es para escandalizarnos, Colombia tiene un gran futuro en ese grupo de promesas y categoría de jugadores que aun son unos niños y están en formación; pero esperamos que desde los medios de comunicación no se pida la cabeza de Arturo Reyes y así terminemos con un proceso que lo que necesita es continuidad, porque los Falcao y los James tarde que temprano cumplen su ciclo y deben de ser reemplazados como fueron reemplazados el Tino Asprilla, René Higuita y el Pibe Valderrama. Estos dieron un paso al lado como jugadores y el fútbol siguió adelante y están cumpliendo con una gran labor de orientar a los nuevos valores de nuestro fútbol.

Otra cosa que da pena es escuchar las transmisiones de fútbol por radio o por televisión. Hace unos años criticaban a un comentarista a quien lo apodaron “Palabra de Dios”, porque sus comentarios eran los únicos que tenían peso; pero ahora a los locutores se les olvidó narrar lo que está sucediendo en el terreno de juego y al escuchar a algunos de ellos, no a todos, porque hay muy buenos profesionales y algunas voces que se han salvado de los recortes comerciales, parecen que no vieran que un partido de fútbol lo juegan dos equipos, sino uno.

Cuando se escucha un partido en la Capital Colombiana no aparece sino el equipo de esta ciudad lo mismo sucede en las otras ciudades y les digo porque me he puesto a la tarea de escucharlos y principalmente ahora que se trasmite desde el estudio en más de una oportunidad y no directamente en los estadios.

Les daría un consejo, que fueran claros y sinceros en lo que dicen y que reconocieran los valores del equipo contrario y no cayeran en los fanatismos y en ponerse la camisera, porque como decía Carlos Arturo Rueda, Alberto Piedrahita Pacheco y Armando Moncada Campuzano, no hay nada mas peligroso que un narrador deportivo y un comentarista que se pone la camiseta cuando hace este oficio, porque eso no lo deja ser imparcial.

Finalmente hago votos para que el Gobierno piense en la salud de los colombianos y que no es sacando los laboratorios del país, como se solucionan las cosas, porque como decía hace una semana, en este momento estoy sufriendo por una medicina que sacaron del mercado, por esas determinaciones hechas a las carreras y en donde la EPS dice que ellos no tienen nada que hacer al respecto; que se debe poner cita con el especialista para cambiar la medicina; pero para que den esas citas hay que tener la verdadera paciencia del patriarca Job.

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