¿Qué es un café de altura?

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Por: Julio Roberto Bermúdez

BOGOTA, 08 de diciembre_ RAM_ Cultivar café a 1.950 metros sobre el nivel del mar (msnm) no es lo más frecuente en el mundo, ya que el rango altitudinal de la caficultura oscila entre 800 y 2.000 msnm. Por esta razón el café que cultivo se denomina “de altura”, particularidad, que hace que su lento desarrollo genere solo una cosecha anual, con sabores, aromas, y cuerpos únicos, al concentrar a lo largo de todo el año el potencial de los genes de la variedad Castillo de café arábigo.

Las lluvias anuales y el sol del verano, atenuados con la sombra protectora que recibe el cafetal de duraznos, manzanos, chachafrutos, bananos, tomates de árbol y yarumos, que a su vez convocan a las aves y abejas propios de la zona, crean el ambiente propicio para el producto final: ¡un café sin igual!

Este café de altura que les presento lo cultivo desde hace siete años. En 2018 alcanza su quinta cosecha. La finca donde se produce está en la vereda Bermejal, de Manta, Cundinamarca, municipio del Valle de Tenza, ubicado en los límites entre Cundinamarca y Boyacá, en las faldas de la cordillera Oriental colombiana. De ese pueblo tengo recuerdos de infancia y ahí están mis raíces familiares, vinculados a la caficultura desde comienzos del siglo XX, y al que regreso cada vez con más frecuencia para atender el cultivo.

Desde la finca, a 10 minutos de la plaza municipal, se domina el paisaje rural típico del Valle de Tenza, donde se destacan las siembras de frutales, que le garantizan sombra al cafetal, que cultivo con parsimonia y persistencia para obtener este producto que bauticé: Café & Letras.

Con este nombre busco evocar las conversaciones que muchos tenemos alrededor de una taza de café, unas alrededor de temas literarios, otras más políticas, y las más de las veces especulativas, pero todas incentivadas por el poder estimulante del café. Según los baristas especializados que he consultado, el perfil de taza de la cosecha de 2018 fue de 85.25, de 100 puntos posibles, que dentro de la escala de clasificación para los cafés colombianos se denomina Excelente. El perfil de taza de este año, describe así los parámetros evaluados de mi café:

Fragancia y aroma 10: dulce, meloso, afrutado, seco, caramelo, chocolate, almendrado, frutos rojos, ciruelas pasas, herbal, cereal.

Sabor global 8: dulce, suave, sutil, terso cítrico, seco, verde biche, vegetal.

Sabor residual 7.75: dulce, suave verde, con persistencia prolongada.

Acidez: sensación cítrica, frutal, mediana intensidad.

Cuerpo: consistente.

Taza limpia: acidez balanceada.

Más allá de la experta evaluación, esta información busca contarles lo que he hecho con paciencia y esmero en una parte de mi tiempo libre, con la asesoría de la Federación Nacional de Cafeteros y mi experiencia en el periodismo agropecuario, y ha sido lograr que la extensión del conocimiento, se pueda concretar en un café que todos pueden degustar.

Además de compartir con ustedes la razón de ser de Café & Letras, aspiro a contribuir con sus cualidades, a incrementar el consumo de los colombianos que apenas está en 1.8 kilos por persona año, frente a los 5.3 kilos de los brasileños; 8.4 de los Países Bajos; 8.7 de Dinamarca; 9.0 de Islandia; 9.9 de Noruega y la envidiable marca de 12 kilos de café por persona año de Finlandia, y que aprendamos a degustar uno de los tantos buenos cafés que producimos en Colombia. Y si desean seguir siendo parte de esta aventura y probar mi café de altura, los invito a que me contacten a los teléfonos: 313 320 9155 y 283 4590.

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