Por María Isabel Basteiro M. Corresponsal en Europa
…Y muchos más. Personajes de la farándula, del jet-set, de la política y hasta de la nobleza están siendo investigados por corrupción, prevaricato, cohecho…
El Caso Garzón recibe el nombre de su principal acusado: el honorable magistrado Baltasar Garzón. Ése, el mismo que estuvo como asesor en Colombia en cuestiones judiciales. El sujeto en cuestión está siendo juzgado por prevaricato por su participación en un juicio por crímenes cometidos durante el franquismo, pero; además, se le acusa por haber sufragado sus conferencias en la Universidad de Nueva York con dinero del Banco de Santander, archivando, posteriormente, una querella contra el presidente del Banco. Hablamos de 1.7 millones de euros en pago por los cursitos. Eso a grandes rasgos, porque, entre otras cosas, el veredicto podría dejarlo inhabilitado durante veinte años para ejercer su profesión…
El caso Palma Arena que comenzó en 2008, empezó siendo una investigación contra Jaume Matas -presidente en ese entonces del gobierno Balear (Mallorca, Menorca, Ibiza…)-, por malversación de caudales públicos, falsedad y cohecho en el destino del dinero. Este caso se ha convertido en el renombrado caso Noos o caso Urdangarín por la relación de negocios entre el expresidente e Iñaki Urdangarín, -esposo de la Infanta Cristina, hija del Rey Don Juan Carlos I de España-.El avezado principito, usando sus vínculos con la Casa Real, realizó toda una serie de negocios que a lo largo de seis años aproximadamente, hicieron que se enriqueciera recibiendo cifras astronómicas por presuntas “asesorías” de imagen y “organización de eventos” en toda España, con centro de operación en Palma de Mallorca. Canalizaba el dinero a través de su Fundación Noos y lo desviaba a países como Belice o Luxemburgo. Desvío de capitales y evasión al fisco, entre otros, son los delitos por los que se le acusa. Lo peor: la Infanta Cristina figura como secretaría de la Fundación, con firma autorizada…
En el caso Campeón se acusa al ministro de Fomento del gobierno de Zapatero, José blanco, más conocido como Pepiño Blanco, de haber recibido sobornos por intermedio de un primo suyo, para favorecer a un amigo de la infancia. La investigación ha tenido mucha repercusión porque al mejor estilo de una película de Hollywood, la supuesta entrega del dinero al primo en cuestión, se hizo en una bomba de gasolina de una autopista…
El caso Gürtel, convertido ya en trama tanto por la magnitud de los sobornos como por la importancia de quienes están involucrados, es el caso de un personaje del mundo empresarial–Francisco Correa- que, interviniendo en multitud de negocios, obtiene favores de sus amigos ministros, senadores y presidentes de comunidades autónomas. Sus tenazas llegaron inclusive al mundo de la F1, cuando –detalle anecdótico también- pretendió lucrarse con la construcción de las graderías del circuito de Valencia. El señor apuntaba a cualquier posibilidad de negocio…
Más antiguo, pero de igual repercusión, es el caso Malaya que llevó a prestar declaración durante 24 horas a la cantante Isabel Pantoja, puesto que su principal acusado era su pareja: el alcalde de Marbella, Julián Muñoz. ¿La anécdota del caso? Las presuntas bolsas de dinero que -según parece- el acusado guardaba en la casa de la tonadillera, sin que ella preguntara ni se enterara del contenido de las mismas…
El caso Camps es aquel en el que doce vestidos para hombre mantuvieron en vilo al expresidente de la Comunidad de Valencia, Francisco Camps, quien supuestamente recibió los trajes a cambio de favores para miembros de la trama Gürtel. Esta semana se declaró la no culpabilidad de “Paco” Camps y su principal colaborador en el PP, Antonio Correa, acusado también dentro del caso…
Vale la pena aclarar que salvo el Caso Camps y una parte del Caso Malaya, los otros están siendo juzgados.
Mientras todo esto sucede y acontece, los políticos la oposición se rasgan las vestiduras ante la propuesta del nuevo gobierno de emitir una ley según la cual se condene penalmente a miembros del gobierno que incurran en delitos. Y mientras esto sucede y acontece, repito, un antiguo diputado del partido Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín, cobró 526.000 euros (12.518.648 millones de pesos)*, en el año 2011, como retribución global por su participación en el Consejo de la entidad financiera Bankia, por si fuera poco, recibió ayudas públicas para evitar la quiebra…
Demasiados puntos suspensivos. Me pregunto yo ¿el poder tiene la verdad o es ésta la verdad del poder?
*Cálculo según valor del euro el 29 de enero: 2379,97