Luego de que una fiscal delegada ante la corte le imputara cargos por tráfico de influencias, concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos, el contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, se declaró inocente.
Según la fiscal del caso, el empresario Federico Gaviria (testigo en su contra) le contó a la Fiscalía que Odebrecht le dio a Granados 200 millones de pesos para financiar su campaña a la Gobernación de Boyacá. El puente habría sido el exsenador Plinio Olano.
A cambio, supuestamente, el contralor se habría comprometido a otorgarles el proyecto de concesión vial de la ruta Duitama- Charalá – San Gil.
Aunque no se le entregó la obra a la multinacional, porque esta consideró que no era viable financieramente, se comprometieron con otro negocio.
CAR Cundinamarca:
Dice la Fiscalía que, posteriormente, hubo una reunión en el apartamento de Granados en Bogotá, en la que participaron Plinio Olano, Federico Gaviria, Eleuberto Martorelli y el exdirector de la CAR Alfred Ballesteros. Hay que recordar que Granados era presidente de la junta directiva de la corporación.
La cita se habría adelantado buscando favorecer a la multinacional en la precalificación, para que posteriormente se presentara y ganara la licitación para la ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Salitre.
El compromiso de Granados fue apoyar dicha precalificación mientras Odebrecht se comprometía a entregar un 3% del valor total del proyecto a los servidores públicos dentro de los que estaba el funcionario.
Gaviria, testigo de los hechos, asegura que, aunque estuvieron muy cerca de concretar el negocio por escándalo de la multinacional, la CAR no le adjudicó el contrato.