El Centro Democrático, ¿partido de Gobierno o de oposición?

Compartir:

Por Oscar Sevillano

En estos primeros quince días de la presidencia de Iván Duque, ha quedado en evidencia la dificultad que tiene el Centro Democrático para abandonar la oposición y asumir que ahora es el partido del Gobierno, y entender que la administración de Juan Manuel Santos terminó el pasado 7 de agosto, y que Colombia se encuentra en un nuevo período, donde ellos son quienes tienen las riendas.

Nada peor para un Gobierno nuevo, que tener a su partido dividido, porque no sabe si cuenta con ellos o no, y si esa división será la causa de que este termine haciéndole oposición.

La elección del Contralor General de la Nación demostró que al interior del Centro Democrático no existe una única postura. Que esta se logró en el período de Juan Manuel Santos cuando todos estaban de acuerdo en seguir las instrucciones de su jefe político Álvaro Uribe Vélez, quien les ordenó oponerse a todo lo que viniera de Palacio de Nariño, sin importar si los efectos para el país serían buenos o malos. Ahora que son los nuevos inquilinos en el Palacio de Nariño, están demostrando que se prepararon muy bien para la campaña, pero no para gobernar, y mucho menos para rodear y acompañar a un presidente.

Durante el primer mes que va del Gobierno de Iván Duque, hemos visto a un partido de Gobierno que no sabe a dónde apuntar, y eso podría estar pasando porque en el Centro Democrático, creyeron que con decir No a las Farc, era suficiente para mantener un orden en el país.

También porque creyeron que su rival político en el Congreso de la República era Gustavo Petro, y se olvidaron de Germán Vargas Lleras, quien les acaba de mostrar los dientes y les está demostrando que para darle aprobación a los proyectos, tendrán que contar con su visto bueno o de lo contrario les dará hundimiento a través de las bancadas de Cambio Radical y la U, con quienes podría hacer eventuales alianza con la oposición, y dejarles en claro que no podrán echar para atrás el legado de la administración anterior a su libre antojo.

Lastimosamente el Centro Democrático desperdició una oportunidad de oro al no ayudar a dar la lucha de frente a la corrupción, al no apoyar el llamado a las urnas para la Consulta Anticorrupción, a la que le faltaron menos de 500 mil votos para ser aprobada. Aun así, los colombianos han dicho con total contundencia que están hastiados del saqueo a las finanzas públicas, mensaje que ni su Iván Duque, ni mucho menos su partido podrá esquivar.

Espero que muy pronto el presidente Iván Duque encuentre un norte en su Gobierno y que el Centro Democrático abandone la oposición, especialmente la que hizo al expresidente Santos a quien parecen extrañar bastante, tanto, que piden a gritos su regreso al país, no sé si con la idea de tener un enemigo con quien pelear y a quien echarle la culpa de los errores políticos que en adelante se cometan.

 

Compartir: