A qué juega “Márquez”

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La política se está convirtiendo en la peor pesadilla para la Farc y están perdiendo el año sin haber entrado a la escuela del Congreso.

Por Carlos Obregón

El electo senador Luciano Marín, que para los colombianos sigue llamándose “Iván Márquez” como era conocido en las Farc, acaba de decir que renuncia a su curul, en una decisión que contradice la razón de ser de la decisión de esa guerrilla de cambiar las armas por política.

Solo quienes conocen la lógica de las Farc podrían justificar la decisión de “Márquez” que habría que entenderla de manera general como fruto de la crisis política dentro del nuevo partido.

Por ahora el hombre clave en la negociación de La Habana ha preferido de nuevo la bota pantanera al Efervit y para ello escogió Miravalle (Caquetá) donde ”El Paisa” (“Hernán Darío Velásquez”) trabaja en proyectos productivos con ex combatientes.

El regreso de “Márquez” al Caquetá tiene mucho qué ver con el efecto “Santrich”.
Quienes conocen las relaciones al interior del partido dicen que más que los enredos de su sobrino Marlon con la DEA, lo que lo ha golpeado profundamente es la captura de su compañero del Comité.

Para nadie es un secreto la buena relación entre los dos. Además es una manera de mostrar distancia con Rodrigo Londoño (“Timochenko”) que ha hablado de defender el proceso por encima de decisiones de la justicia contra uno de los directivos de su partido.

Para nadie es un secreto que “Márquez” y “Timo” representan dos líneas dentro de la organización. Pero además, la decisión de “Márquez” deja la sensación de un desprecio por la política y la búsqueda de un acercamiento con las bases que podrán ser claves al momento de un relevo en la cúpula de la Farc.

La política para la Farc se está convirtiendo en la peor pesadilla y parecen estar perdiendo el año sin haber pisado las gradas de la escuela del Congreso.

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