Refinería en Venezuela sigue ardiendo por tercer día

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PARAGUANÁ, Venezuela (Reuters) – La refinería venezolana de Amuay, una de las cuatro más grandes del planeta, se mantenía paralizada el lunes mientras dos tanques con combustible seguían ardiendo, luego de que una explosión el sábado mató a 41 personas e hirió a decenas en una de las peores tragedias de la industria petrolera mundial.

Autoridades de Amuay, la mayor planta de refinación del país con capacidad de 645.000 barriles de petróleo al día, dijeron que de no sofocarse las llamas, esperarán a que se consuma el combustible en los contenedores para reiniciar las operaciones dos días después.

Pero Iván Freites, presidente del sindicato del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que incluye Amuay y la refinería vecina de Cardón, duda de ese pronóstico. «Quien dice que la refinería reiniciará en dos días desconoce los procesos. Una refinería no es una cafetera», advirtió.

Una fuga de gas provocó una explosión en la madrugada del sábado que afectó a nueve de los 680 tanques de almacenamiento del complejo y redujo a escombros un puesto de vigilancia militar y más de 200 casas.

El accidente fue uno de los más mortíferos de la historia en una refinería. En 1997, un incidente en Visakhapatnam, en India, dejó 56 muertos y en el 2005, un accidente en una planta de la británica BP en Texas dejó 15 muertos y 180 heridos.

El lunes por la mañana aún se divisaba una columna de fuego y humo desde varios kilómetros de distancia en la península de Paraguaná, en el noroeste de Venezuela.

«Está ocurriendo lo que teníamos previsto, los tanques se están consumiendo», dijo a Reuters el lunes el ministro de petróleo y minería, Rafael Ramírez.

El también presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) agregó más temprano a través de la televisora estatal que el fuego se encuentra «contenido» a la superficie de los tanques y que están utilizando anillos de agua para evitar que se sobrecalienten otras áreas inflamables de la planta.

Agregó que en las próximas horas esperan extinguir el fuego de al menos uno de los depósitos.

A pesar de la magnitud de la explosión que también acabó con un área comercial, Ramírez insistió en que el país miembro de la OPEP cuenta con inventarios suficientes para atender la demanda local y sus compromisos en el exterior por 10 días.

«Todas nuestras operaciones están en perfecta normalidad (…) Se ha estado despachando el crudo y productos en almacenamiento», sostuvo Ramírez y detalló que el domingo Venezuela despachó cinco buques petroleros al exterior.

No obstante, el incendio y la amenaza de la tormenta tropical Isaac, que se acerca a las refinerías de la costa estadounidense del Golfo de México, impulsaban el lunes los precios de la gasolina en Estados Unidos.

Los futuros del precio de la gasolina avanzaban un 1,85 por ciento a 3,13 dólares por galón, en tanto que en las estaciones de servicio del Golfo se registraba un alza de 21 centavos de dólar por galón, mientras los operadores ponían en duda el plan de arranque de la unidad en dos días.

«Se espera que los precios de los productos derivados del petróleo suban luego del incendio en Venezuela, ya que probablemente podrían acudir a las importaciones», dijo el gerente de riesgo de Mitsubishi Corp., Tony Nunan, en Tokio.

Este tipo de accidente en los patios de almacenamiento tienden a causar cuellos de botella para el mezclado de combustible terminado, lo que implica que PDVSA podría tener que importar gasolina incluso si logra cumplir con el reinicio en el tiempo estimado.

¿FUGA DE GAS?

El presidente Hugo Chávez, en plena campaña por una nueva reelección, voló a la zona del desastre y calificó de «irresponsables» a los medios y políticos opositores que aseguraron que la explosión fue por falta de mantenimiento.

Medios locales han publicado declaraciones de vecinos de la zona y trabajadores de la refinería en las que aseguraban que había olor a gas en el área incluso días antes de la explosión.

«Hay sectores que increíblemente andan medrando en la tragedia (…). Esa matriz que están tratando de crear de que aquí hubo una especie de indolencia frente a una fuga de gas que tenía días es una infamia que ha estado siendo divulgada por dirigentes de la oposición», se quejó Ramírez.

Pese al desmentido oficial, el accidente puso otra vez sobre el tapete las recurrentes fallas que han sacudido en los últimos años al circuito refinador venezolano y que han afectado su producción y capacidad para cumplir sus ambiciosas metas de expansión.

Freites, del sindicato del Centro de Refinación Paraguaná, dijo que los trabajadores de la planta reportaron la fuga de gas «tres días antes» de la explosión.

(Escrito por Diego Oré y Eyanir Chinea; Reporte adicional Sailú Urribarrí en Paraguaná y Jessica Jaganathan y Seng Li Peng en Singapur; Editado en Español por César Illiano)

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