La Convención Nacional Republicana de Mitt Romney abrió el lunes con el solitario golpeteo de un martillo en un salón casi vacío, pero tomará velocidad máxima el martes, justo cuando la tormenta tropical Isaac pudiera haberse vuelto un huracán que esté azotando la costa estadounidense del Golfo de México.
«Nuestros hijos ya están en Tampa y dicen que la situación allá es estupenda, con muchos amigos excelentes y esperamos una convención magnífica», dijo el candidato presidencial republicano en el auditorio de una secundaria de Nueva Hampshire mientras ensayaba el discurso que pronunciará en la convención.
Romney insinuó que no se tiene pensado cancelar la reunión de los republicanos debido a la tormenta y dijo esperar que la gente que viva en los lugares donde ésta pueda pasar no sufra «ningún daño importante».
El ex gobernador de Massachusetts dijo también que él y su esposa Ann están a punto de tener listos sus discursos.
Por su parte, Reince Priebus, presidente del partido, insistió en que los republicanos pueden «tener una semana magnífica» a pesar de la tormenta en el Golfo de México.
Sin embargo, Sally Bradshaw, republicana de Florida y asesora desde hace tiempo del ex gobernador del estadoJeb Bush, no se mostró tan optimista. «Hay desorden por todos lados y muchos riesgos», afirmó. «No es bueno para nadie, en especial las personas afectadas por la tormenta».
Difícilmente se trata de la llamativa apertura que esperaban los que organizaron el evento y se corre el riesgo de que la opinión pública sea testigo de una yuxtaposición en la que los republicanos estén de fiesta mientras la tormenta avanza hacia la costa norte del Golfo, casi siete años después de que el huracán Katrina devastó Nueva Orleáns.
«Obviamente que queremos orar por cualquier persona que se encuentre en el camino de la tormenta», dijo Priebus el lunes a un programa de la cadena televisiva NBC, «pero el mensaje sigue siendo el mismo: que todos los estadounidenses se merecen un futuro mejor y que su presidente no cumplió las promesas que hizo en 2008».
El partido reorganizó la agenda de la convención con el fin de presentar los actos principales y a los oradores de más renombre más adelante en la semana y es posible que aún haya más cambios. Los organizadores dijeron que los ponentes del lunes serían incluidos en el programa de los últimos días.
«Seguiremos adelante con nuestro horario que teníamos programado para el martes, el miércoles y el jueves», dijo Russ Schriefer, el principal responsable de planear la convención.
El aspirante a la vicepresidencia Paul Ryan decidió viajar a Florida el martes, un día después de lo planeado originalmente. El lunes se encontraba en su poblado natal de Janesville, Wisconsin, para hablar con los alumnos de la secundaria donde estudió.
La tormenta ha sido una complicación para un partido decidido a mostrar la reñida elección como un referendo en torno al manejo que ha hecho el presidente Barack Obama de la economía del país y a presentar a Romney como la mejor esperanza de que regresen el empleo y la prosperidad.
Obama va delante de Romney en las preferencias políticas de las mujeres y los hispanos –por un margen abrumador en el caso de éstos–, pero va perdiendo por una distancia sustancial entre los votantes hombres.