A través de un comunicado, que no cuenta mayor detalles, el estado americano confirmó que no continuará en la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), esto, porque consideran que hace falta una reforma y una «tendencia anti-Israel».
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert aseguró que la decisión no se tomó a la ligera «y refleja las preocupaciones de los Estados Unidos con los crecientes atrasos en los pagos en la Unesco, la necesidad de una reforma fundamental en la organización y la tendencia anti-Israel continua».
Sin embargo, y pese a decidir que no continuarán, el Gobierno a mando de Donald Trump afirmó que esperan crear una misión permanente para ser un país «observador» ante este organismo.
La portavoz confirmó que la directora general de la Unesco, Irina Bokova, está al tanto de la decisión, sin embargo le expresaron su interés de seguir colaborando como Estado observador y «aportar opiniones, perspectivas y conocimientos especializados» de «la protección del patrimonio mundial, abogando por la libertad de prensa y promoviendo la colaboración científica y la educación».