Gracias al desminado humanitario, la restitución de tierras ha llegado a más lugares de Colombia

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Bogotá, 12 de julio_ RAM_ Con seis batallones que trabajan en los departamentos de Caquetá, Tolima, Santander, Caldas, Meta, Huila, Putumayo, Valle del Cauca, Nariño y Antioquia, más de 5000 hombres revisan, centímetro a centímetro, las zonas en las que han sucedido accidentes o incidentes, por la presencia de minas antipersona.

“Las minas no comen, no duerme y cumplen con su objetivo”; es la frase que repiten los campesinos, cuando cuentan cómo los grupos armados ilegales sembraron estos artefactos para desplazarlos, apoderase de sus tierras y generar murallas invisibles de seguridad, buscando proteger cultivos ilícitos o sus campamentos.

Gracias a los esfuerzos realizados en los municipios de San Francisco, Guatapé y San Carlos (Antioquia); Zambrano (Bolívar); San Vicente de Chucurí, Cocorná y Sabana de Torres (Santander); y El Dorado (Meta), estas zonas han sido entregadas como libres de sospecha de minas antipersona. Sin embargo, la tarea es ardua, pues Colombia ocupa uno de los primeros lugares en el mundo, en cuanto a presencia de estos artefactos.

Las minas antipersona son artefactos artesanales de bajo costo; su producción se estima en tres dólares promedio. Erradicarlas exige, a los Gobiernos, invertir recursos y tiempo para dar garantías que les permitan, a las comunidades, ocupar terrenos antes minados.

Según el teniente coronel Luis Fernando Leiva, comandante del Batallón de Desminado Humanitario Número 3, a la fecha, han sido despejados 2`917.000 metros cuadrados de territorio; ubicados 24.758 minas y 230.000 artefactos explosivos. Además, han sido identificadas 573 municiones sin explotar y 1.310.000 residuos metálicos.

“Los esfuerzos que hemos hechos son innumerables. En 2004 el país contaba con un pelotón conformado por 36 hombres. Hoy son 6 batallones que están trabajando para consolidar un escenario en el cual las zonas rurales puedan volver a ser habitadas y productivas. Somos un equipo que le da centímetro a centímetro la paz a Colombia”, afirmó Leiva quien, además, lidera el trabajo de desminado humanitario en Caldas, donde la Unidad de Restitución de Tierras (URT) trabaja para restablecer los derechos de las familias desplazadas por los grupos ilegales.

Los Batallones de Desminado Humanitario cuentan con 31 oficiales, 149 suboficiales y 561 soldados; tienen un comando y una plana mayor; tres compañías de desminado manual y una de desminado técnico.

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