Bogotá, 06 de julio_ RAM_ La Fiscalía General de la Nación dio a conocer que el exsecretario de Seguridad de Medellín Gustavo Villegas utilizó las instalaciones del Búnker de la Fiscalía de Medellín para sostener reuniones con jefes de ‘La Oficina’, de Envigado.
Según fuentes de la Fiscalía, se intenta establecer si funcionarios de la Seccional de la capital de Antioquia habrían permitido esos encuentros, por lo que se inició una investigación para esclarecer los hechos.
De acuerdo con las labores de inteligencia desplegadas por los investigadores, Villegas contactaba a los jefes de la Oficina de Envigado que estaban presos en la cárcel de máxima seguridad de Combita, para que fueran trasladados al búnker de la Fiscalía de Medellín en donde se llevaban a cabo las reuniones en las que se perfilaría la estrategia de sometimiento a la justicia.
Entretanto la Fiscalía investiga un supuesto complot liderado por Villegas en contra del exdirector Seccional de Medellín Germán Giraldo, con la finalidad de que fuera declarado incompetente por no tener los elementos para informar sobre una presunta amenaza de ‘Pedro Pistolas’ en contra del alcalde Federico Gutiérrez.
La Fiscalía General por último no descartó que sobre el caso de Villegas se soliciten ante jueces de la Republica nuevas órdenes de captura de personas implicadas en ese escándalo en Medellín.
Oficina de Envigado tenía «sala de juntas» en la Fiscalía de Medellín
Hasta fiscales estarían implicados en el escándalo que tiene al secretario de seguridad en la cárcel.
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Los dos capturados por este escándalo en Medellín, Gustavo Villegas y Humberto Zea, son apenas el detonador de una investigación que puede llegar a Bogotá.
Las declaraciones de testigos e integrantes de la Oficina de Envigado que sirvieron para pedir la captura del secretario de seguridad de Medellín, fueron advertidas por investigadores que hace meses detectaron irregularidades en los presuntos acercamientos entre integrantes de organizaciones criminales con funcionarios públicos, incluso de la propia Fiscalía.
«Hace meses se conoció de reuniones no autorizadas entre delegados de cabecillas y fiscales para amoldar un proceso de sometimiento a la justicia», dijo una fuente cercana al proceso.
Abogados y fiscales diseñaron el derrotero de un plan que estaba por completarse de no ser por las advertencias que en 2015 hicieron funcionarios de la Fiscalía en la misma seccional de Medellín y que en Bogotá obligó a tomar decisiones importantes como reubicación de directivos y hasta despidos.
«En esas reuniones se pactó la mejor forma de llegar con documentos y la propuesta de sometimiento que pretendían entregar».
Las evidencias que son materia de investigación señalan que hasta en la sede de la Fiscalía en Medellín se adelantaron reuniones con integrantes de la Oficina de Envigado, que eran traslados desde distintas cárceles del país como Combita, con previa autorización de los fiscales.
«Los movían sin problema para que pudieran adelantar reuniones con los fiscales y formalizar o cuadrar las propuestas que finalmente tendrían que presentar».
Otro capítulo en este escándalo está en un supuesto complot para desprestigiar a quien fue director de fiscalías en Medellín, Germán Giraldo, luego de negarse a continuar con los acercamientos y de cuestionarlo por no conocer el origen de las amenazas al alcalde Federico Gutiérrez.