Decenas de partidarios del gobierno venezolano permanecen en las puertas del Parlamento, de mayoría opositora, tras una incursión violenta en la que resultaron heridos cinco diputados opositores.
La presencia de los manifestantes impedía la salida de los legisladores, todos de oposición, y de periodistas, cinco horas después de que un centenar de personas irrumpiera en los jardines de la cámara, en el centro de Caracas, donde temprano hubo una sesión solemne por el día de la independencia.
Bombas de estruendo han sido detonadas durante toda la tarde frente al palacio legislativo, comprobó un reportero de la agencia de noticias AFP que se hallaba en el interior del edificio.
Desde las dos entradas al recinto también se lanzan consignas contra la oposición: «¡asesinos!», «¡terroristas!», «¡no van a salir, van a tener que comerse las alfombras!», se escucha entre el centenar de oficialistas.
De acuerdo con el presidente de la Asamblea, Julio Borges, lo sucedido hoy es una muestra de lo que sería el país si se aprueba la Constituyente del presidente Nicolás Maduro: ““Nicolás Maduro es la violencia en Venezuela, las personas que vinieron hoy a irrumpir acá es la clara muestra de la Venezuela violenta (…) El Gobierno utiliza la fuerza para doblegar al país, esa es la bandera de este régimen, pero nada ni nadie podrá detener la voluntad del pueblo”.
En una breve declaración a los medios, Borges insistió en que «lo que nos toque para defender el Palacio Legislativo lo haremos como siempre lo hemos hecho. Estamos cumpliendo lo que nos toca que es defender el Palacio».
El balance, según Borges, es bastante alarmante: «En el conteo de personas secuestradas, llegamos a más de 350 personas de las cuales 108 representan a los medios de comunicación, periodistas, personal técnico que son testigos de lo que sucedió el día de hoy. Además los invitados especiales, rectores de universidades,estudiantes e invitados extranjeros».
En el lugar también hay una nutrida presencia de militares de la Guardia Nacional, que por seguridad han pedido a los periodistas evitar dirigirse a las puertas de la Asamblea.
«Estamos secuestrados en este momento», declaró a periodistas el diputado Williams Dávila, miembro de la comisión de política exterior del Parlamento, al denunciar que el «asalto» de la mañana constituye un «intento de homicidio».
Los legisladores mantienen comunicación con varios cancilleres y congresistas de la región, así como con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para informarles de la situación y pedirles su condena, informó Luis Florido, presidente de dicho comité legislativo.
«Cualquier pérdida de vida, cualquier agresión física es responsabilidad del presidente (Nicolás Maduro), de sus ministros, de los encargados del orden público», aseveró Dávila.
El asambleísta cuestionó la actitud de la Guardia Nacional, que según dijo no hizo nada por evitar la incursión de la mañana, en la que los diputados fueron agredidos con palos y tubos metálicos, tres de ellos en la cabeza.
AFP