El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, clausuró hoy su visita oficial a Francia con un mensaje esperanzador sobre el futuro de su país, marcado por el anuncio de que, cuando se confirme este viernes la entrega de armas de las FARC, esa guerrilla “deja de existir”.
Esta noticia “cambia la historia de Colombia”, dijo en un foro franco-colombiano en París con el que se busca atraer inversores de Francia en esta nueva era posterior a un conflicto que ha costado “al menos 220.000 muertos, más de 60.000 desaparecidos y ocho millones de desplazados”.
En la sede del Ministerio francés de Economía, junto al río Sena, el mandatario realzó ante representantes de multinacionales galas el potencial económico del país tras cinco décadas de lucha, porque en ese periodo había lugares a los que el Estado no podía ir.
Santos añadió en un acto posterior en la UNESCO que el pueblo colombiano, tras la firma el pasado noviembre del acuerdo de paz con las FARC, tiene ahora que aprender a vivir en paz y superar ese desafío mediante la cultura y la educación.
“Un pueblo mejor educado es por definición un pueblo pacífico”, señaló el dirigente.
El proceso de paz ha ocupado un lugar destacado en los sucesivos encuentros mantenidos estos días en París, que incluyeron sendas reuniones con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, o con el primer ministro, Édouard Philippe.
Su labor en favor de la resolución del conflicto se vio recompensada hoy además con el Doctorado “honoris causa” de la Universidad parisina de la Sorbona, que él vio como un homenaje también a los esfuerzos de los colombianos.
En esa ceremonia, que fue iniciada al ritmo del vallenato “La Gota Fría”, el presidente subrayó que la paz en Colombia es un proceso “irreversible”.
Aunque hay muchos “que prefieren la venganza a la reconciliación”, afirmó, “son cada vez más los que comprenden o comienzan a comprender que la paz y la reconciliación son los únicos cimientos para cualquier sociedad que aspire a ser libre, justa y próspera”.
Santos dijo llevar a Francia en este viaje “el espíritu vigoroso y lleno de esperanza de una Colombia que renace” y cuyos ciudadanos están aprendiendo“a perdonar, a convivir, a respetar las diferencias, a debatir sin violencia y a recordar sin condenar”.
“Todavía no hemos comprendido ni celebrado la paz como se debe, pero ya estamos saliendo, comenzamos a salir, con resiliencia, de ese letargo emocional” provocado por tantos años de dolor, destacó.
En su paso por París aprovechó además para recordar al escritor Gabriel García Márquez, “el más universal de los colombianos”, al que la ciudad otorgó una plaza en el distrito VII, a pocos metros de donde tuvo su última residencia en ella.
“Dedicar un homenaje a una leyenda literaria, política en su sentido más noble, y humana, siempre resulta intimidante”, admitió la alcaldesa parisina, la socialista Anne Hidalgo, en recuerdo del autor de “Cien años de soledad” o de “El coronel no tiene quien le escriba”.
La apretada agenda de Santos concluyó con la inauguración oficial de la temporada colombiana del año cultural “Francia Colombia 2017”, que incluye en el próximo semestre unos 450 acontecimientos artísticos en París y otras ciudades del país.
La orquesta Démos Philharmonie de París y la colombiana Jóvenes de Colombia abrieron una iniciativa que Santos definió como “un maravilloso ejercicio de países cruzados” que permite reforzar las relaciones bilaterales.
“Los vínculos que nos unen son históricos, culturales, profundos, y se tejen en un momento en que su país esta dando un giro histórico porque habéis tenido el coraje, la determinación, de querer la paz”, le declaró a Santos el presidente francés.
Los himnos de sus respectivos países, que el público de la Filarmónica se animó a cantar, simbolizaron la voluntad de tender puentes que según Santos tanto él como Macron quieren para sus pueblos.