La administración inició este jueves la gestión predial para adquirir los terrenos donde se tiene previsto construir la primera línea del metro de Bogotá. El proceso arrancó con la firma de un decreto que declara “condiciones de urgencia” para que el Distrito comience a tasar y negociar con los propietarios cada uno de los predios. El paso a seguir, antes de que termine el año, es realizar las ofertas y llegar a un acuerdocon los dueños para que en 2018 inicie la obra.
Se trata de 61 predios que se ubican en la Avenida Caracas y que demandan inversiones por, al menos, $135.000 millones. Con la expedición de este decreto –el 318 de junio de 2017– se modifican y derogan otros de pasadas administraciones en los que el corredor de la Caracas no estaba previsto, teniendo en cuenta que se cambió el trazadoen los últimos 14,3 kilómetros, desde la calle 1 hacia el norte.
De esta manera, los terrenos son declarados de utilidad pública e interés social, lo que le permite a la administración poner en marcha dos mecanismos para hacerse a los inmuebles: la enajenación voluntaria –es decir, que las partes se pongan de acuerdo y fijen un precio– o a través de la expropiación, cuando no se alcanza un convenio que satisfaga tanto a Distrito como a los propietarios. En todo caso, explica la Alcaldía, la apuesta es por una “negociación voluntaria y rápida para no poner en riesgo la obra”.
El decreto permite además fijar una ‘hora cero’ para que haya acuerdo con los dueños y congelar eventuales aumentos de los precios de las tierras, circunstancia que podría darse por las expectativas de desarrollo del mismo proyecto.
“Las ofertas se harán por los valores comerciales y no por los avalúos catastrales. En cualquier caso, si no se llega a negociación voluntaria en el plazo legal de 30 días, la Empresa Metro está facultada para iniciar el trámite de expropiación administrativa y podrá exigir la entrega material del correspondiente inmueble, para evitar así que la obra pueda afectarse”, declaró el Distrito.
En el proyecto se contemplan también otras obras conexas al metro. Se trata del traslado de redes y mobiliario del espacio público, así como la reconfiguración del espacio público de las vías afectadas para que se adecúen a las necesidades urbanísticas generadas por la circulación masiva de peatones y biciusuarios hacia las futuras estaciones.
De acuerdo con la administración, el primer grupo de inmuebles que serán adquiridos corresponde a los requeridos para la construcción del viaducto y evitar que la obra sufra demoras y sobrecostos. El segundo grupo es el de los predios para la ampliar y mejorar el espacio público en el corredor- Y el tercero abarca los necesarios para la construcción de los edificios de acceso a las estaciones elevadas.