El jefe negociador de la delegación oficial para los diálogos con el Eln, Juan Camilo Restrepo, dijo este miércoles que el Gobierno está dispuesto a acordar un cese del fuego con esa guerrilla, siempre y cuando, los insurgentes se comprometan a no seguir atacando a la población civil.
Quito, 21 de junio_ RAM_ Así lo expresó el jefe del equipo negociador del Gobierno con esa guerrilla, Juan Camilo Restrepo, en una carta de respuesta a los obispos de Colombia, que en días pasados lo invitaron a concertar un cese del fuego bilateral con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en los diálogos que llevan a cabo en Quito.
“Permítanme señalar entonces, que coincide su carta exactamente con el momento que se vive en la mesa de Quito. Ese mismo día, el pasado martes 13 de junio, el Gobierno le informó a la delegación del ELN la disposición de iniciar de inmediato el estudio de las condiciones para acordar un eventual cese bilateral al fuego y de hostilidades”, señala Restrepo en la misiva a los obispos.
Sin embargo, el jefe negociador insistió en que el ELN, la segunda guerrilla de Colombia después de las FARC, debe comprometerse a dejar de secuestrar y atacar a la población civil.
“De allí que para el Gobierno es imperativo que cesen el secuestro, la extorsión y la toma de rehenes, pero también el reclutamiento de menores; y los ataques a la infraestructura y a los oleoductos, que son bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario”, señaló Restrepo.
En la carta, el funcionario también pone de presente que la visita que hará el papa Francisco a Colombia en septiembre próximo “nos compromete a recibirlo con avances concretos que respondan a los anhelos de una paz completa”.
El pontífice visitará las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias entre el 6 y el 10 de septiembre.
El jefe negociador del Gobierno colombiano advierte que no tiene sentido “que se silencien los fusiles si al mismo tiempo no se suspenden hostilidades”.
Finalmente, reiteró que el cese al fuego debe ir acompañado de un “desescalamiento de agresiones contra la población civil, que, al crear confianza, prepare estas conversaciones para arribar al estadio final de las mismas que no es otro que ponerle fin al conflicto armado”.
Desde febrero pasado el Gobierno colombiano y el ELN llevan a cabo en Quito diálogos de paz que por el momento han registrado pocos avances significativos.