Bogotá, 06 de junio_ RAM_ La ciudad regresa a su actividad, tras los acuerdos que permitieron levantar el Paro Cívico, que se extendió por 22 días.
Poco a poco llega la normalidad al Distrito de Buenaventura, luego de la firma de los acuerdos para levantar el Paro Cívico, que se extendió por 22 días.
Se retiran las barricadas y se limpian las calles en donde se ubicaron llantas, palos y ramas para evitar el paso de vehículo, se abre el comercio, se restablece el servicio público y de transporte intermunicipal.
El fin del Paro Cívico en Buenaventura, que dejó pérdidas económicas por unos 300.000 millones de pesos, llegó a su fin, luego de que el gobierno de Colombia y representantes de la sociedad civil llegaran a un acuerdo para mejorar la calidad de vida en esta empobrecida región.
Los ministros de Ambiente, Luis Murillo y del Interior, Guillermo Rivera, sostuvieron diálogos intensivos en las últimas 40 horas con los representantes del municipio portuario y llegaron finalmente en la madrugada de este martes a un acuerdo definitivo sobre temas como acceso a la salud, a los servicios de agua y a la educación.
«Se lograron unos acuerdos que algunas cosas importantes dejarán para Buenaventura en términos de gestión, de obras, de recursos», dijo Víctor Vidal, uno de los voceros del paro, durante la firma del acuerdo logrado con el gobierno.
El acuerdo principal al que llegaron las partes fue la elaboración de una normativa para la creación de un plan de desarrollo por diez años, que será financiado por patrimonio autónomo y con el aporte de empresas del puerto, según un comunicado del gobierno.
«El mecanismo de ejecución de este fondo será creado en la misma ley», apuntó el texto.
Tras el comienzo del paro cívico el 16 de mayo, Buenaventura fue sacudida por algunos episodios de violencia que incluyeron saqueos, bloqueos de vías y enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, con saldo de un policía muerto y varios uniformados y civiles heridos, así como decenas de detenidos.
Buenaventura sufre de grandes carencias de infraestructura y acceso a la salud, además de problemas de seguridad por la presencia en la zona de numerosas bandas criminales que se disputan las rutas para sacar droga de Colombia, primer productor mundial de cocaína según la ONU.