Este 20 de julio no fue como los otros. Fue bastante aburrido. Salió bien el desfile militar en San Andrés y el concierto «Notas de Independencia» como homenaje a uno de los músicos más importantes del país, Lucho Bermudez, desde Popayán. Todo empezó a salir mal con el inició de la transmisión de los actos de instalación del Congreso. La transmisión de televisión fue un desastre sobre todo durante el discurso del Presidente Juan Manuel Santos. Cabezas, manos, personas atravesándose, funcionarios muertos de la risa, distraídos, mirando papeles, cámaras fotográficas y movimiento irregular de las cámaras fue lo que muchos televidentes pudieron notar. El discurso largo y fofo. Un presidente nervioso, tratando de expresar lo que decía con una sola mano y encartado con un discurso de muchas hojas, sin tele pronter como es habitual. Su cara de poca satisfacción y un público apático que aplaudió por pura cortesía. Juan Manuel Corzo en su discurso de despedida fofo y aburrido como Santos, pero mejor ubicado que el primer mandatario y sin distracciones en su fondo durante la transmisión de televisión. Cuando trababa de culpar a medios y redes sociales sobre la crisis del congreso se le traspapeló el discurso y pasó a otro tema sin ton ni son. Tal pareciera que ni al presidente Santos ni al Congreso les interesara que ese evento saliera bien. Y no salió bien.