Matrimonio homosexual

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Por: Álvaro Uribe Vélez.–

El respeto a la intimidad es una norma fundamental para la vida en sociedad. Recíprocamente, la intimidad no tiene por qué desafiar a las leyes naturales que fundamentan la existencia y mantenimiento de la especie humana.

En nombre del respeto a la intimidad se debe respetar la relación de pareja homosexual, pero en nombre de las leyes naturales, que no necesariamente son un dogma religioso, se debe respetar que el mantenimiento de la especie humana, en lo cualitativo y cuantitativo, deriva de la familia, cuya unión gira alrededor del matrimonio, no como expresión formal y protocolaria, sino como institución de valores, que son fuente insustituible de armonía social.

La Corte Constitucional suplanta al pueblo y al legislador. Su decisión sobre el matrimonio homosexual es más política e ideológica que jurídica. Al decidir sobre la materia debió explorar una solución que no dividiera a la sociedad colombiana, por ejemplo,  debió encontrar una forma de respeto a la intimidad homosexual sin igualar estas parejas al matrimonio heterosexual por la razón del elemento diferencial por excelencia: la fuente de la familia y de la especie humana.

Creemos que es dañino que los jueces al actuar como legisladores y atreverse a definir aspectos controversiales de la vida nacional no busquen consensos. La cuantía ilimitada de la dosis personal de drogas alienantes y el matrimonio homosexual han sido impuestos por las cortes sin consultar la base social de la Nación.

Álvaro Uribe Vélez

Rionegro, abril 8 de 2016

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