Por Ricardo Galán vía www.libretadeapuntes.com
Tras leer esta historia ¨Reforma a la Justicia, los secretos de la conciliación” publicada en El Espectador y esta otra, “En 15 horas se gestó el golpe a la Constitución”, de El Tiempo, quedé convencido de dos cosas: Primera, el referendo y la resistencia civil son las únicas vías útiles para evitar que ese esperpento de Reforma a la Justicia y sus autores se salgan con la suya. Y segunda, deben rodar más cabezas. Con la del ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, el único tipo decente, no sólo es injusto sino insuficiente.
En ese ¨concierto para delinquir” en que se convirtió la aprobación de la Reforma a la Justicia” también tienen responsabilidad los dos ministros del Interior que impulsaron la reforma en su momento, Germán Vargas Lleras y Federico Rengifo, los consejeros y altos funcionarios de la Casa de Nariño encargados de aceitar la Locomotora de la Unidad Nacional en el Congreso, los Presidentes del Senado y de la Cámara, Juan Manuel Corzo y Simón Gaviria que no sólo integraron la Comisión de Conciliación de manera amañada, manipularon la discusión del texto final en las plenarias y, finalmente según la confesión de Simón Gaviria, lo votaron sin leerlo, los 12 del patíbulo y todos aquellos que desde las sombras, las Cortes, el Gobierno, el Congreso y la cárcel intentaron redactar una norma a su medida para poder delinquir en completa impunidad.
Señores, no nos crean tan pendejos. Ya sabemos que en este lodazal en que ustedes nos metieron no han salido todos los que son. Por una sola vez tengan una pizca de dignidad y vergüenza. Salgan, pongan la cara. Y si no es mucha molestia, renuncien.